Cuando hacemos de Dios nuestro amigo, nos convertimos en nuestro propio amigo


Bhagavad-gītā 6.7

Amor Divino
A menudo somos nuestros peores enemigos. Cuando tenemos algunos golpes de suerte, los dejamos escapar debido a la pereza, la distracción y la impulsividad. Cuando enfrentamos algunos problemas, a menudo nos hundimos en la autocompasión, el resentimiento y la envidia, haciendo que esos problemas parezcan abrumadoramente enormes. Al desatender así las oportunidades y agravar los problemas, nos perjudicamos a nosotros mismos.
¿Qué nos hace actuar de manera tan contraproducente? Nuestra mente, explica el Bhagavad-gītā. La mente puede ser tanto nuestra enemiga como nuestra amiga (6.5). Cuando no se controla, es nuestro enemigo (6.0). Se vuelve calma cuando tomamos conciencia de Dios (6.7).
Para volvernos conscientes de Dios, Kṛṣṇa, debemos apreciarlo como nuestro principal amigo. Él siempre es nuestro amigo, pero no siempre somos amigables con Él. ¿Cómo podemos hacernos amigos de Él? Acercándolo más a nosotros que nuestra mente. Eso significa que acudimos a Él en busca de refugio y guía antes de escuchar las proposiciones de nuestra mente sobre cómo afrontar las situaciones del mundo. Eso significa que abordamos la vida con una actitud de servicio positiva, sabiendo que el mundo se mueve para nuestra evolución espiritual, incluso cuando se mueve en contra de nuestra gratificación material.
Si nos concentramos en preguntar: "¿Cómo puedo servir a Kṛṣṇa en esta situación?" en lugar de preguntar: "¿Por qué me pasa esto a mí?". Podemos encontrar formas de evolucionar en todas las situaciones. Cuando nos enfrentamos a problemas, podemos evitar sentirnos abrumados al ver más allá de los problemas y ver el benévolo control de Kṛṣṇa sobre todo. Y cuando tenemos oportunidades, podemos verlas como oportunidades proporcionadas por Kṛṣṇa para ampliar nuestro servicio.
Cuando hacemos así a Dios nuestro amigo, comenzamos a tomar decisiones sabias - decisiones que mantienen nuestros problemas en perspectiva y decisiones que aprovechan nuestras oportunidades de todo corazón. Al tomar decisiones que evitan que nuestra mente nos sabotee, nos convertimos en nuestros propios amigos y ayudamos a Dios a crear el mejor futuro para nosotros.
Piénsalo:
· ¿Qué nos hace actuar de forma autodestructiva?
· ¿Qué significa hacer de Dios nuestro amigo?
· ¿Cómo hacer que Dios sea nuestro amigo nos convierte en nuestros amigos?
Aquel que ha conquistado la mente, ya ha llegado a la Superalma, porque ha conseguido la tranquilidad. Para ese hombre, la felicidad y la aflicción, el calor y el frío, y la honra y la deshonra, son todos lo mismo. Bhagavad-gītā 6.7

No hay comentarios:

Publicar un comentario