Dirige todo el corazón hacia el corazón del Todo


Bhagavad-gītā 9.13 

Todos anhelamos amar y ser amados. ¿De dónde surge este anhelo? Y ¿cuál es la mejor manera de satisfacerlo?
Este anhelo no puede provenir de nuestro cuerpo material porque la materia, al ser insensible, no puede experimentar nada. La sabiduría del Bhagavad-gītā explica que el anhelo proviene de nuestro núcleo, nuestra esencia espiritual. Como almas, somos partes eternas del todo, Kṛṣṇa, la Verdad Absoluta todo atractiva y todo amorosa. Al ser Sus partes, naturalmente anhelamos amarlo. Sin embargo, como actualmente somos espiritualmente inconscientes, desviamos nuestro amor hacia diversos objetos mundanos. Como nada temporal puede proporcionar una reciprocidad duradera, el amor mal dirigido nos deja decepcionados o incluso devastados.
Esa frustración inspira a los buscadores a buscar lo eterno más allá de lo temporal. Sin embargo, no siempre conectan su anhelo de amor con su búsqueda espiritual.
Diferentes buscadores conciben la realidad espiritual suprema de manera diferente: algunos como un juez imparcial, otros como una luz resplandeciente, otros como un padre benévolo. Si bien estas concepciones reflejan diversos aspectos de la Verdad Absoluta, la comprensión más completa de ese Absoluto es como Kṛṣṇa, la persona eterna y trascendental (Bhagavad-gītā 7.7, 10.8, 15.19). Su corazón también anhela amar y ser amado, y Se deleita en pasatiempos eternos llenos de amor con Sus devotos. El bhakti-yoga se especializa en conectarnos con el corazón de Kṛṣṇa. Nos ayuda a saborear Sus pasatiempos llenos de amor y redefine toda nuestra vida como una oportunidad para aprender a amarlo.
Además, la sabiduría del bhakti ofrece la clara visión de que todo lo atractivo manifiesta sólo una chispa del atractivo total de Kṛṣṇa (10.41). Esta visión nos inspira a dirigir todo nuestro corazón hacia Él. El Bhagavad-gītā (9.13) indica que las grandes almas se dedican de todo corazón a Kṛṣṇa, sin conformarse con sustitutos.
Cuando dirigimos así todo nuestro corazón al corazón del Todo, que es la fuente y la cumbre de todas las cosas amables, nuestro anhelo de amor encuentra una satisfacción duradera.
¡Oh, hijo de Pṛthā!, aquellos que no están engañados, las grandes almas, se hallan bajo la protección de la naturaleza divina. Ellos están plenamente dedicados al servicio devocional, porque saben que Yo soy la Suprema Personalidad de Dios, original e inagotable. - Bhagavad-gītā 9.13

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