En la difusión de las Escrituras, el problema no está en la transmisión sino en la recepción


Bhagavad-gītā 4.10

Cuando estamos viendo la televisión y de repente se apaga la imagen y el sonido, podemos suponer que el problema está en la transmisión. Pero si comprobamos que el televisor de nuestro vecino sigue funcionando bien, entonces entendemos que el problema no está en la transmisión, sino en la recepción.
El proceso de difundir el conocimiento de las Escrituras es algo así como la transmisión por televisión. En los albores de la creación o en otros momentos de importancia cósmica, Kṛṣṇa transmite la corriente de sabiduría a videntes espirituales exaltados, quienes la transmiten a través de un linaje de videntes espirituales igualmente exaltados. Estos videntes reciben esa sabiduría no sólo en la cabeza sino también en el corazón, vinculándose así en un vínculo de amor con sus maestros y, en última instancia, con el maestro original y supremo Kṛṣṇa. Estos videntes internalizan, ejemplifican y comparten esa sabiduría con otros, continuando así la transmisión. El ( 04.01-02 ) señala tal transmisión trascendental de sabiduría, pero luego advierte que la sabiduría con el transcurso del tiempo tiende a perderse ( 04.03 ). Sin embargo, el tiempo en sí no es la causa de la interrupción, pues Kṛṣṇa afirma en el mismo verso que va a restaurar la transmisión en ese mismo momento.
El problema está en la recepción. El Gītā ( 04.10 ) enumera los bloqueadores de la recepción: apego (“No me importan estas cosas espirituales; quiero disfrutar del aquí y el ahora”), aprensión (“No sé lo que hay ahí afuera; ¿cómo puedo ¿Cortar el peligro de explorar?”) y la ira (“Diferentes personas tienen diferentes filosofías, ¿quién sabe qué es lo correcto? Es mejor olvidar todo este asunto espiritual”). Incluso si no tenemos recepción, la transmisión continúa y se transforma, como se demostró. a través de los ejemplos de muchos buscadores exitosos ( 04.10 ).
Al continuar estudiando las Escrituras en asociación santa y erudita, podemos eliminar los obstáculos a la recepción y saborear gradualmente la sabiduría de Kṛṣṇa y su culminación - el amor extático eterno.
Estando liberadas del apego, el temor y la ira, estando totalmente absortas en Mí y refugiándose en Mí, muchísimas personas se purificaron en el pasado mediante el conocimiento acerca de Mí, y de ese modo todas ellas alcanzaron el estado de amor trascendental por Mí. Bhagavad-gītā 4.10

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