Bhagavad-gītā 6.2
Externamente, la frustración y la renunciación pueden parecer similares porque en ambas una persona no se esfuerza por ir hacia los objetos de los sentidos tentadores, obtenerlos y disfrutarlos. Internamente, sin embargo, hay una diferencia crítica. En la frustración existe el deseo de disfrutar de esos objetos, pero se teme no tener la capacidad de disfrutar de esos objetos.
Por el contrario, en la renunciación no hay deseo de disfrutar esos objetos, incluso si uno tiene la capacidad de disfrutarlos. Por lo tanto, la renunciación en realidad ayuda a uno a elevarse espiritualmente, mientras que la frustración lo mantiene a uno estancado en la conciencia material.
Lo que se denomina renunciación, debes saber que es lo mismo que el yoga, o el vincularse con el Supremo, ¡oh, hijo de Pāṇḍu!, porque jamás puede alguien convertirse en yogī, a menos que renuncie al deseo de complacer los sentidos. – Bhagavad-gītā 6.2
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