Bhagavad-gītā 4.6
Cuando escuchamos en las Escrituras que debemos servir a Kṛṣṇa, podemos resentirnos: “¿Por qué debería servirle? ¿Es como un dictador que exige subordinación?
No, en absoluto. Lejos de ser un dictador, Kṛṣṇa es nuestro benefactor; de hecho, nuestro mayor benefactor. Para verlo así, debemos entender escrituralmente tanto Su posición como su carácter. El Bhagavad-gītā ( 4.6 ) afirma Su posición como Señor de todos los seres vivientes y señala Su carácter al afirmar que aparece en este mundo para promover nuestro bienestar.
Nuestro bienestar y felicidad están íntimamente conectados con nuestra relación con Kṛṣṇa. Aunque Él es nuestro Señor, nuestra relación con Él no está impuesta artificialmente, como la de un dictador y un esclavo, sino que está compuesta orgánicamente, como la de un todo y una parte, como indica el Gītā (15.7 ). Así como un dedo se nutre al ofrecerle comida al estómago, nosotros nos nutrimos de felicidad al ofrecerle servicio a Kṛṣṇa. Si el dedo se niega a nutrir el estómago, éste queda desnutrido. De manera similar, si nos negamos a servir a Kṛṣṇa, quedamos insatisfechos.
Kṛṣṇa desciende a este mundo para poner fin a nuestros sentimientos de incompletitud. Él desciende no sólo para establecer el orden social ( 4.7-8 ), sino también para restaurar la armonía espiritual entre Él y nosotros. Alcanzamos la armonía espiritual cuando nos sentimos atraídos por Su maravillosa personalidad, aprendemos a amarlo y así lo alcanzamos para una vida de amor eterno ( 4.9 ). Como parte de nuestro aprendizaje de amar a Kṛṣṇa, expresamos nuestro amor a través del servicio, porque el servicio es una expresión universal de amor en cualquier relación.
Cuando volvemos a visualizar el servicio a Kṛṣṇa como una expresión de afecto, no como un símbolo de subordinación, podemos deshacernos del resentimiento y saborear el gozo sublime latente en el servicio devocional.
Aunque soy innaciente y Mi cuerpo trascendental nunca se deteriora, y aunque soy el Señor de todas las entidades vivientes, aun así aparezco en cada milenio en Mi trascendental forma original. – Bhagavad-gītā 4.6
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