Bhagavad-gītā 9.14
Cuando practicamos bhakti-yoga y cultivamos la devoción por Kṛṣṇa, podemos volvernos muy efusivos al manifestar esa devoción a través de nuestros labios: podemos hablar de Él, cantar sobre Él y glorificarlo.
Esa verbalización de la devoción es esencial y deseable, pero no suficiente. El hablar de Kṛṣṇa debe complementarse con la acción, remodelando nuestra vida práctica en un estado de ánimo de servicio a Él. De lo contrario, es probable que nuestro hablar de Él sea superficial o incluso hipócrita. Nuestra devoción es superficial cuando pensamos que todo lo que tenemos que hacer es actuar con devoción externamente en los lugares de adoración. Y nuestra devoción es hipócrita cuando no sentimos ningún escrúpulo en hablar verdades devocionales elevadas en público mientras que en privado nuestras acciones siguen siendo sensuales y antidevocionales, acciones que solo tratamos de ocultar, no de corregir.
El Bhagavad-gītā (3.6) considera hipócritas a quienes manifiestan renunciación externa, pero se deleitan en la contemplación sensual internamente. En cambio, el Bhagavad-gītā (9.14) indica que los devotos serios son devotos externa e internamente, esforzándose decidida y constantemente, glorifican a Kṛṣṇa con sus labios y Lo adoran con sus corazones.
Para interiorizar la devoción, necesitamos moldear nuestra vida de modo que Kṛṣṇa sea su centro. Vemos el mundo entero, no sólo los lugares de adoración, como el escenario para servirle. En general, nos esforzamos por mantener la devoción de manera constante para que Kṛṣṇa la vea, no por hacer alarde de nuestra devoción para que la vea la gente. Incluso cuando estamos solos, resistimos los deseos no devocionales cuando surgen, y nos esforzamos por estimular y fortalecer nuestros deseos devocionales.
De hecho, vemos y buscamos la manifestación de la devoción en los labios como una guía para la manifestación de la devoción en nuestras vidas. De este modo, la devoción se convierte en una herramienta poderosa para redirigir nuestra conciencia de los placeres temporales del mundo hacia nuestro atractivo Señor.
Siempre cantando Mis glorias, esforzándose con gran determinación y postrándose ante Mí, estas grandes almas Me adoran perpetuamente con devoción. - Bhagavad-gītā 9.14
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