Bhagavad-gītā 9.5
La infinitud de Dios hace difícil para nosotros, seres finitos, comprenderlo, especialmente cuando lo analizamos utilizando el sentido de la lógica derivada de nuestra experiencia con las cosas finitas.
Incluso en campos seculares como las matemáticas se reconoce que la lógica finita no siempre puede extrapolarse al infinito. Supongamos que restamos el conjunto de todos los números impares del conjunto de todos los números naturales. Ambos conjuntos son infinitos y lo que queda –el conjunto de todos los números pares– también es infinito. Pero supongamos que restamos el conjunto de todos los números naturales mayores que dos del conjunto de todos los números naturales. Nuevamente, ambos conjuntos son infinitos, pero el resto es dos. Si repetimos lo anterior para todos los números mayores que tres, el resto será tres. Por lo tanto, la resta de infinito a infinito puede dar resultados infinitos que van desde uno hasta infinito. Esto contradice el álgebra finita, en la que restar un número de otro siempre da un resultado fijo.
Tales contradicciones surgen porque la lógica de lo finito es inadecuada para analizar lo infinito. Este mismo principio se aplica a afirmaciones paradójicas del Bhagavad-gītā como: todas las cosas están situadas en Kṛṣṇa (9.4); y todas las cosas no están situadas en Él (9.5). Los comentaristas del Bhagavad-gītā explican que tales afirmaciones ilustran cómo lo infinito puede encarnar cosas irreconciliables desde una perspectiva finita. La primera afirmación de que las cosas están situadas en Kṛṣṇa se refiere a su manifestación inmanente como Paramātmā y la segunda afirmación de que las cosas no están situadas en Él se refiere a Su manifestación trascendente como Bhagavān. La Verdad Absoluta, siendo infinita, puede existir simultáneamente como ambas manifestaciones: puede ser el sustentador de todas las cosas y puede existir más allá de ese papel también.
Al abandonar nuestra insistencia en que el Infinito se ajuste a la lógica de lo finito, nos abrimos al enriquecimiento infinito que proviene de la conexión devocional translógica con el Infinito.
Y, sin embargo, todo lo creado no descansa en Mí. ¡He ahí mi opulencia mística! Aunque Yo soy el que mantiene a todas las entidades vivientes y aunque estoy en todas partes, Yo no soy parte de esta manifestación cósmica, pues Mi Ser es la fuente en sí de la creación. - Bhagavad-gītā 9.5
No hay comentarios:
Publicar un comentario