¿Los malos pensamientos comprenden mal karma?



Bhagavad-gītā 5.23

En un nivel, sí. Como el pensamiento también es una forma de actividad, y toda actividad está bajo la jurisdicción del karma, somos responsables de nuestros pensamientos.
A otro nivel, no. Por importantes atenuantes. Por lo general, no se nos considera culpables de cosas que escapan a nuestro control; y los pensamientos frecuentemente están fuera de nuestro control. No es fácil saber qué pensamientos surgen dentro de quién y por qué.
Así como algunas situaciones físicas surgen fuera de nosotros debido a factores fuera de nuestro control, ciertas emociones mentales también pueden surgir en nuestro interior debido a factores fuera de nuestro control. Por ejemplo, no se nos considera culpables si el mundo que nos rodea de repente se ve afectado por una pandemia que eventualmente nos infecta. Sin embargo, se espera que tomemos medidas de precaución adecuadas. Y si somos descuidados al descuidar los síntomas y terminamos contagiando a otros, seremos considerados responsables. De manera similar, no podemos ser considerados culpables si la ira surge dentro de nosotros cuando nuestra cultura está impregnada de resentimiento, discursos de odio y disturbios. Sin embargo, si cedemos a esa ira y actuamos de manera destructiva, seremos considerados culpables.
Entonces, ¿cómo podemos entender nuestra responsabilidad por nuestros pensamientos? A través de un amplio principio conciliador: los pensamientos surgen frecuentemente debido a factores fuera de nuestro control, pero no suelen crecer a niveles dominantes sin que los alimentemos a través de nuestra contemplación, imaginación e intención. Señalando esta doble dinámica, el Bhagavad-gītā afirma que el funcionamiento del karma es complejo (4.17) y nos ordena tolerar nuestros impulsos (5.23). Por lo tanto, en lugar de obsesionarnos sin llegar a conclusiones concluyentes sobre si los malos pensamientos comprenden mal karma, podemos concentrarnos en asumir la mayor responsabilidad posible por lo que hacemos con nuestros pensamientos.
Conclusión:
Puede que no seamos responsables de la aparición de malos pensamientos dentro de nosotros, pero sí somos responsables de su dominio sobre nosotros.
Piénsalo:
· ¿Por qué podrían considerarse los pensamientos dentro de la jurisdicción del karma?
· ¿Qué factores atenuantes cuestionan nuestra culpabilidad por nuestros malos pensamientos?
· ¿Cómo podemos conciliar varios puntos sobre nuestra responsabilidad por nuestros pensamientos?

Si antes de abandonar este cuerpo actual uno es capaz de tolerar los impulsos de los sentidos materiales y contener la fuerza del deseo y la ira, uno se halla bien situado y es feliz en este mundo. – Bhagavad-gītā 5.23




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