Ninguna prisión encarcela tanto como la prisión de la duda

 

Bhagavad-gītā 4.40

Supongamos que un paciente ha sido desplumado por un médico y por eso no puede confiar en ningún médico. Ese cinismo aprisiona al paciente perpetuamente en la enfermedad.
Una prisión mucho peor encarcela a aquellos que debido a malas experiencias con los hombres dioses no pueden confiar en Kṛṣṇa. Nadie quiere ser engañado, y nadie quiere ser tan ingenuo y tontamente confiado como para ser engañado una segunda o tercera vez. Sin embargo, estas personas cautelosas se hacen un flaco favor cuando permiten que esta precaución natural y deseable degenere en una sospecha antinatural e indeseable. Terminan convirtiéndose en anti teístas agresivos. Estos predicadores del ateísmo están impulsados ​​por un cinismo que equipara todo lo religioso con los rasgos más bajos, viscosos y viles de la naturaleza humana.
Aunque las personas pueden actuar de manera malvada, y aunque algunas personas malvadas usan la religión para promover sus fines malvados, la sabiduría del Gītāasegura que la bondad de Dios excede, reemplaza y trasciende cualquier mal que el mundo pueda repartir, incluso si ese mal se reparte en el nombre de Dios.
El Bhagavad-gītā ( 04.40 ) confirma que los escépticos empedernidos no encuentran la felicidad ni en este mundo ni en el próximo. Sus dudas los alejan de Kṛṣṇa junto con todo lo que sólo Él puede ofrecer: felicidad espiritual, ayuda divina y esperanza trascendental. Los aprisiona en el profundo y oscuro sótano de sus mentes, donde son perseguidos y atormentados por los viles deseos desencadenados por su naturaleza inferior.
Más allá de toda apariencia contraria, todos, como almas, están enfermos debido a un apego mal dirigido a cosas materiales temporales. Sólo aquellos que toman la llave de la fe, la usan para abrir la cerradura de su corazón y dejar entrar a Kṛṣṇa, son capaces de dejar entrar la plenitud de la vida y la dulzura del amor y enriquecerlos.
Pero las personas ignorantes e infieles que dudan de las Escrituras reveladas, no adquieren conciencia de Dios sino que caen. Para el alma que duda no hay felicidad ni en este mundo ni en el otro. - Bhagavad-gītā 4.40

No hay comentarios:

Publicar un comentario