No podemos lidiar con los enemigos creados por la mente sin lidiar primero con la mente


Bhagavad-gītā 6.9

Cuando sentimos que alguien nos ha hecho daño, nuestra mente a menudo reacciona de forma exagerada, pintándolo como mezquino y malévolo.
Sin embargo, en la mayoría de las interacciones rutinarias, las personas no suelen tener la intención de hacernos daño. De alguna manera, hacen algunas cosas mal; nos equivocamos en algunas cosas; y algunas cosas simplemente salen mal. Al ver estos errores de manera errónea, nuestra mente los describe como villanos y a nosotros mismos como víctimas.
Al estar engañados por la mente, nos acercamos a esas personas con una actitud acusatoria y beligerante. Incluso si hablamos con ellos, en realidad no hablamos con ellos; hablamos con la representación que nuestra mente tiene de ellos. Cuando ven que les atribuimos motivos viles sin escuchar adecuadamente su versión de los hechos, se sienten irritados, incluso ofendidos, empeorando así la situación.
Antes de tratar con esas personas, primero debemos ocuparnos de la mente. En lugar de creer en la descripción de la mente, podemos calmarnos y percibir las cosas objetivamente. Esa calma llega más fácilmente cuando interiorizamos una cosmovisión espiritual.
El Bhagavad-gītā explica que nosotros, como almas, somos indestructibles y que Kṛṣṇa, el controlador supremo, es siempre nuestro bienqueriente. Si Él desde dentro del corazón de alguien le ha permitido actuar de una manera particular, debe tener algún propósito. Si conectamos con Él en nuestro propio corazón, Él nos otorga calma y claridad. De este modo mantenemos nuestra ecuanimidad en medio de diversos eventos (6.7), objetos (6.8) y personas (6.9).
Por supuesto, no debemos imaginar ingenuamente que todo el mundo es benevolente. El Gītā (6.9) reconoce que diferentes personas tienen diferentes disposiciones - algunos como amigos, otros como enemigos, algunos como mediadores. Sin embargo, no nos centramos en el carácter de los demás, sino en nuestras intenciones, en cómo podemos servir mejor a Kṛṣṇa a través de nuestras interacciones con ellos.
Una actitud de servicio tan ilustrada quita el poder a nuestra mente paranoica y nos capacita para responder con madurez.
Se dice que una persona está aún más adelantada cuando ve a todo el mundo con igualdad de ánimo, es decir, a los honestos bienquerientes, a los afectuosos benefactores, a las personas neutrales, a los mediadores, a los envidiosos, a los amigos y a los enemigos, y a los piadosos y a los pecadores. – Bhagavad-gītā 6.9

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