Bhagavad-gītā 4.8
Para seguir siendo civilizada, toda sociedad necesita inculcar en sus miembros un miedo saludable a la ley, lo que esencialmente significa miedo a las consecuencias de las acciones incivilizadas. Si bien diferentes sociedades pueden tener diferentes sistemas legales para infundir ese miedo, un sistema que ha tenido una gran influencia a lo largo de la historia de la humanidad es el temor saludable a Dios.
¿Por qué es insuficiente el miedo a la ley humana? Porque la ley humana es notoriamente falible y flexible. Falible porque puede funcionar mal debido a nuestra tendencia humana a cometer errores. Y flexible porque los poderosos pueden hacer que funcione incorrectamente. Por eso el miedo a la ley humana debe complementarse con el miedo a la ley divina.
Todos somos responsables ante un Dios que lo ve todo y que es lo suficientemente poderoso como para disciplinar a todos. Ese miedo inspira deferencia y disuasión. Deferencia significa respeto por los principios de la vida civilizada - principios como la limpieza, la veracidad, la misericordia y la sobriedad. La disuasión significa que conocen y temen las consecuencias de ceder a los impulsos incivilizados que acechan dentro de cada corazón humano.
Si bien el temor a Dios suele ser saludable, se vuelve insalubre cuando nos vuelve paranoicos o paralizados. De lo contrario, ese miedo enfermizo puede ser causado por terroristas, que a menudo atacan de manera arbitraria, impredecible y brutal.
¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestro temor de Dios no se vuelva insalubre? Adquiriendo el conocimiento adecuado de la benevolencia de Dios. El Bhagavad-gītā está preparado con ese conocimiento. Explica que Dios desciende periódicamente para establecer el dharma, el orden social y espiritual (4.8).
Al cultivar un temor saludable a Dios y luego elevarnos hacia el amor de Dios, todos podemos inspirarnos para sacar lo mejor de nosotros para nuestro bien y el de la sociedad.
Conclusión:
El temor a Dios es saludable cuando inspira deferencia y disuasión, pero se vuelve insalubre cuando incita a la paranoia y la parálisis.
Piénsalo:
· ¿Por qué es saludable el temor de Dios?
· ¿Cuándo el temor de Dios se vuelve insalubre?
· ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestro temor de Dios se mantenga saludable?
Para redimir a los piadosos y aniquilar a los infieles, así como para restablecer los principios de la religión, Yo mismo aparezco milenio tras milenio. – Bhagavad-gītā 4.8
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