Bhagavad-gītā 9.30-31
Es relativamente fácil amar a las personas ideales: aquellas que sólo tienen virtudes y ningún vicio. Y es necesario amarlas para que desarrollemos la inspiración y la aspiración de convertirnos en personas ideales como ellas.
Sin embargo, como vivimos en un mundo en el que las personas ideales son pocas –incluso entre los espiritualistas que se esfuerzan por llegar a serlo–, inevitablemente nos encontraremos en un círculo social compuesto por muchas personas reales, aquellas que tienen una mezcla de virtud y vicio, como nosotros. Si reservamos nuestro amor y servicio para un círculo social de personas ideales solamente, entonces nos quedaremos esperando por el resto de la eternidad; un círculo así no existe en el mundo material. Si de alguna manera encontramos un círculo así, nosotros mismos no lograremos entrar en él debido a que no somos ideales.
A menudo anhelamos una persona ideal a la que amar. La sabiduría del Bhagavad-gītā nos presenta a esa persona ideal: Kṛṣṇa. También nos muestra cómo los devotos puros de Kṛṣṇa son personas ideales en su amor ejemplar por Kṛṣṇa. Al ofrecerles nuestro amor, desarrollamos la inspiración y la aspiración de volvernos ideales como ellos y, por lo tanto, amar a Kṛṣṇa como ellos lo hacen.
Mientras recorremos el camino para volvernos ideales, tenemos que vivir en un mundo donde las personas ideales son pocas, incluso entre los devotos que se esfuerzan por ser ideales. Así, inevitablemente nos encontraremos en un círculo social compuesto por muchas personas reales, aquellas que tienen una mezcla de virtud y vicio, como nosotros. Si decidimos reservar nuestro amor para un círculo social de personas ideales solamente, entonces nos quedaremos esperando por el resto de la eternidad; un círculo así no existe en el mundo material. Si de alguna manera pudiéramos encontrar un círculo así en algún lugar, nosotros mismos no entraríamos en él porque, lo admitamos o no, no somos ideales.
Por eso es que necesitamos aprender a amar a las personas que no son ideales. Para inspirarnos en esto, no necesitamos buscar más allá de nuestros propios ideales. Kṛṣṇa mismo no reserva Su amor sólo para las personas ideales. Él ama a todos, incluso a las personas que no son ideales, tanto que desciende repetidamente del mundo espiritual al mundo material. ¿Por qué? Sólo para ofrecerles la felicidad más alta del amor eterno, como lo indica el Bhagavad-gītā (4.10). Al igual que Kṛṣṇa, Sus devotos puros también aman a todos y expresan ese amor ayudándolos a aprender a amar a Kṛṣṇa. Al aprender cómo amar inteligentemente a las personas que no son ideales, podremos ayudar a Kṛṣṇa y a Sus devotos, obtener Su misericordia y, de ese modo, acelerar nuestro viaje al mundo del amor eterno.
De hecho, incluso Kṛṣṇa no reserva Su amor sólo para las personas ideales; en el Bhagavad-gītā ( 9.30 ) ( 9.31 ), Él declara Su amor por las personas reales, aquellos que se esfuerzan por convertirse en ideales pero que aún no lo han logrado, y nos insta a amarlos también.
Incluso si alguien comete las acciones más abominables de todas, si está dedicado al servicio devocional se debe considerar que es un santo, porque está debidamente situado en su determinación. - Bhagavad-gītā 9.30
Prontamente él se vuelve virtuoso y consigue una paz perdurable. ¡Oh, hijo de Kuntī!, declara osadamente que Mi devoto nunca perece. - Bhagavad-gītā 9.31
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