Bhagavad-gītā 6.25
Atención plena
Supongamos que utilizamos notas adhesivas con regularidad. Si hay demasiadas notas que abarrotan nuestro tablón de anuncios, tendremos que ordenarlas. Fijaríamos aquellos que todavía son relevantes y descartaríamos los restantes.
Necesitamos un discernimiento similar al tratar con nuestros pensamientos. Si consideramos que nuestra mente es como una pizarra interna, varios pensamientos son como notas adhesivas en la mente. Cientos de pensamientos aparecen en la mente y algunos de ellos permanecen allí por mucho tiempo. Sin embargo, los pensamientos que persisten no siempre se refieren a las cosas más importantes; a menudo se trata de cosas a las que estamos más apegados o a las que estamos más expuestos.
Un principio psicológico fundamental es que nuestros pensamientos ganan protagonismo y poder en proporción a la atención que les prestamos. Si algunos pensamientos se nos quedan grabados en la mente, seguimos pensando en ellos repetidamente. Impulsados por esa atención, crecen hasta llenar nuestra pantalla mental, impidiéndonos contemplar o hacer cualquier otra cosa. Así es como, incluso mientras hacemos cosas importantes, nos distraemos con cosas triviales o incluso terribles.
Si nuestro tablón de anuncios interior nos ayuda a gestionar mejor nuestras vidas, es necesario fijar allí los pensamientos sobre cosas importantes. ¿Cómo? Pensando conscientemente en esas cosas repetidamente, incluso si nuestra atención se desvía hacia otra parte. Por el contrario, los pensamientos triviales deben desecharse. ¿Cómo? Por negligencia intencionada. Como los pensamientos no son cosas físicas, no podemos enviarlos físicamente a la basura. Pero podemos descuidarlos hasta que decaigan y desaparezcan por falta de atención.
Analizar con precisión qué pensamientos se deben fijar y cuáles se deben descartar caracteriza la buena inteligencia. El Bhagavad-gītā (6.25) recomienda que usemos nuestra inteligencia sostenida por la convicción para monitorear nuestra mente y enfocarla en las cosas que importan.
Piénsalo:
· ¿Cómo nos distraemos?
· ¿Cómo podemos fijar algunos pensamientos y descartar otros?
· Enumera tres pensamientos que debes fijar y tres que debes descartar.
Gradualmente, paso a paso, uno debe ponerse en trance mediante la inteligencia sostenida por una convicción total, y, de ese modo, la mente debe estar fija sólo en el Ser, y no debe pensar en nada más. – Bhagavad-gītā 6.25
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