Bhagavad-gītā 6.20-23
Madurez Emocional, Nutre tus relaciones
A veces, cuando una persona comienza a llorar, a lamentarse o a revolcarse en la autocompasión cuando algo le va mal, cuando algo que necesita o quiere no funciona, entonces, al ver esos arrebatos emocionales, otros pueden decir: "Crece, sé maduro, no reacciones exageradamente”. Esta afirmación a veces puede parecer dura, pero en realidad refleja una dura realidad de la vida.
Madurez significa reconocer la realidad de que nadie está obligado a satisfacer nuestras necesidades. Tenemos que asumir la responsabilidad de satisfacer esas necesidades nosotros mismos. Así como un niño puede llorar y sus padres pueden darle comida, pero cuando los padres lloran, tienen que hacer arreglos para conseguir comida. Esa es su madurez física y, de manera similar, la madurez emocional significa que tenemos que satisfacer nuestras necesidades y asumir la responsabilidad de hacerlo.
(Inspirado en el Bhagavad-gītā 6.22)
En la etapa de la perfección denominada trance, o samādhi, la mente de uno se abstiene por completo de las actividades mentales materiales, mediante la práctica del yoga. Esa perfección se caracteriza por la habilidad que tiene uno de ver el Ser mediante la mente pura, y de disfrutar y regocijarse en el Ser. En ese estado jubiloso, uno se sitúa en medio de una felicidad trascendental ilimitada, que se llega a experimentar a través de los sentidos trascendentales. Establecido así, uno nunca se aparta de la verdad, y al conseguir esto, piensa que no hay nada mejor. Al uno situarse en esa posición nunca se desconcierta, ni siquiera en medio de la mayor de las dificultades. Esto es en verdad estar libre de hecho de todos los sufrimientos que surgen del contacto material. – Bhagavad-gītā 6.20-23
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