Una actitud saludable hacia nosotros mismos


Bhagavad-gītā 6.21

Nuestra vida a menudo se define por un conflicto interno entre lo ideal y lo práctico. Si consideramos que lo práctico por sí solo es lo más importante, nunca mejoraremos ni creceremos ética o espiritualmente. Por otro lado, si consideramos que el ideal por sí solo es aceptable, nos prepararemos para la fariseísmo (hipocresía que juzga la actitud de los demás), la autoflagelación o el autoengaño - fariseísmo si con mucho trabajo llegamos a la idea y vemos que los demás no lo son. a la altura de ese ideal y no haciendo mucho para alcanzar ese ideal; la autoflagelación si nos encontramos lamentablemente por debajo de ese ideal; y el autoengaño si pretendemos o, peor aún, creemos que hemos alcanzado ese ideal sólo porque somos capaces de fingir que lo hemos logrado.
El Gītā nos ofrece una alternativa mucho más realista y empoderadora - la autoaceptación y la autoconciencia. En lugar de luchar por ajustarnos a algún ideal externo, nos insta a ir hacia adentro para descubrir nuestro verdadero yo y luego expresarlo apropiadamente a través de nuestras acciones.
La mejor manera de tener una autoconcepción tan saludable es saber que todos entendemos que somos partes de lo divino (Bhagavad-gītā15.15) y, por lo tanto, tenemos una santidad fundamental, independiente de nuestro estado actual. Sabiendo que Kṛṣṇa nos ama tal como somos, podemos cultivar una sana autoaceptación, en la que podemos reconocer nuestras faltas sin dejarnos definir por ellas. A partir de esa autoaceptación, podemos progresar, a través de procesos purificadores adecuados, hacia la autoconciencia, en la que nos damos cuenta y nos regocijamos en nuestra gloria existencial como partes bienaventuradas de lo bienaventurado divino (6.21).
Cuando nos conectamos con lo divino y actuamos con ánimo de servicio, todos podemos manifestar lo mejor de nosotros.
Conclusión:
Para evitar las actitudes nocivas de autoengaño, autoflagelación y fariseísmo, debemos elegir la autoaceptación y la autoconciencia.
Piénsalo:
· ¿Cuáles son las actitudes nocivas hacia nosotros mismos?
· ¿Cómo puede ayudarnos el Gītā a cultivar una actitud más saludable hacia nosotros mismos?
· ¿Cuál es tu actitud actual hacia ti mismo? ¿Cómo puede ayudarte la sabiduría del Gītā a mejorarla?
Esa perfección se caracteriza por la habilidad que tiene uno de ver el Ser mediante la mente pura, y de disfrutar y regocijarse en el Ser. En ese estado jubiloso, uno se sitúa en medio de una felicidad trascendental ilimitada, que se llega a experimentar a través de los sentidos trascendentales. – Bhagavad-gītā 6.21

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