La meditación se define no sólo por el modo de pensar, sino también por el objeto del pensamiento

Bhagavad-gītā 6.47

Algunas personas piensan que la meditación se refiere a pensar profundamente sobre cualquier tema.
Si bien la palabra "meditación" puede usarse en un sentido conversacional, la meditación en un sentido espiritual se refiere tanto al modo de pensar como al objeto del pensamiento. Es decir, lo que importa no es sólo si estamos pensando profundamente, sino también si estamos pensando en la realidad más profunda. Así, la meditación busca verdades más allá de la superficie, realidades debajo de lo aparente, visiones más allá de lo visual.
La realidad perceptible por nuestros sentidos es la realidad física hecha de materia densa. Más profunda que esto es la realidad mental hecha de materia sutil. Aún más profunda es la realidad espiritual - nuestra identidad esencial como almas. Y lo más profundo de todo es la realidad espiritual suprema, Dios, Kṛṣṇa: Él es el principio subyacente y unificador de todo. Así, la meditación en su sentido más evolucionado se refiere al pensamiento profundo acerca de la realidad más profunda, Kṛṣṇa.
Por supuesto, la forma de pensar también importa. Dios, Kṛṣṇa, siendo la realidad suprema, es mayor que nuestra capacidad finita de conceptualizar o intelectualizar. Entonces, podemos conocerlo sólo por su revelación, una revelación que Él se complace en otorgarnos cuando nos acercamos a Él con un modo de pensamiento devocional.
Pero la potencia de este modo de pensar reside principalmente en el objeto divino del pensamiento. Pensar devocionalmente en cualquier persona que no sea Kṛṣṇa no desencadenará revelaciones espirituales sublimes dentro de nosotros.
El Bhagavad-gītā analiza extensamente la meditación en su sexto capítulo, titulado dhyāna-yoga (el yoga de la meditación). Y este capítulo culmina (6.47) con la declaración inequívoca de que los yogīs más elevados son aquellos que meditan en Kṛṣṇa. Bhakti-yoga nos guía a fijar nuestra conciencia en Kṛṣṇa desde las etapas iniciales de la vida espiritual. Por tanto, constituye la meditación más eficaz.
Y de todos los yogīs, aquel que tiene una gran fe y que siempre se refugia en Mí, piensa en Mí y Me presta un amoroso servicio trascendental, es el que está más íntimamente unido a Mí por medio del yoga, y es el más elevado de todos. Ésa es Mi opinión. – Bhagavad-gītā 6.47

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