Bhagavad-gītā 10.39
Amor Divino, Alimenta tu devoción
La forma en que concebimos a Dios determina la forma en que nos relacionamos con Él. Si lo concebimos como un ser que existe muy lejos, en lo alto del cielo, es probable que creamos que necesitamos realizar algunos rituales extraordinarios para llegar a Él, apaciguarlo y lograr que intervenga en nuestro nombre en este mundo. Si bien la sabiduría del Bhagavad-gītā reconoce y profundiza en este aspecto trascendente de Dios, enfatiza que Dios es mucho más; también está presente como Su aspecto más accesible e inmanente dentro de la naturaleza. De hecho, Él es el ser sin el cual no habría ser (10.39). Él es a la vez la cima de la existencia y el fundamento de toda existencia. Para Él, no hay diferencia entre lo temporal y lo eterno: todo existe gracias a Su amor.
Todos los seres vivos son Sus partes eternas (15.7). Todos existimos en Él, a través de Él y, en última instancia, para Él. Incluso si lo rechazamos, Él nunca nos rechaza. Su abrazo es tan grande que abarca a todos, incluidos los que lo aceptan y los que lo rechazan. Fuera de Su abrazo, dejaríamos de existir: Él dispone todas las cosas necesarias para que existamos.
Cuando comprendemos que ya estamos en el abrazo de Dios, el enfoque de nuestra relación con Él cambia: en lugar de intentar apaciguarlo por intervenir en nuestra vida, nos esforzamos por ver cómo Él ya está presente en nuestra vida, trabajando a nuestro alrededor, a través de nosotros y sobre nosotros, todo para nuestro bienestar final. De este modo, apreciar a Dios disminuye nuestra vulnerabilidad a los deseos y lamentaciones por las cosas mundanas, y nos centramos en practicar bhakti-yoga para entrar más profundamente en Su abrazo.
Resumen en una frase:
El abrazo de Dios es tan grande que incluye a todos, incluso a aquellos que lo rechazan, acercándose a Él devotamente para comprender y saborear mejor su abrazo.
Piénsalo bien:
· ¿Cómo nuestra concepción de Dios moldea nuestra relación con Él?
· ¿Cómo es que ya estamos en el abrazo de Dios?
· ¿Qué pasa cuando entendemos que ya estamos en el abrazo de Dios?
Además, ¡oh, Arjuna!, Yo soy la semilla generadora de todas las existencias. No hay ningún ser —móvil o inmóvil— que pueda existir sin Mí. – Bhagavad-gītā 10.39
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