El bhakti-yoga transforma los obstáculos a la realidad en caminos


Bhagavad-gītā 11.54

“Tranquilízate, de lo contrario no podrás pensar con claridad”. Frases tan comunes como estas indican que las emociones a menudo actúan como obstáculos para la percepción de la realidad; obstruyen, incluso pervierten, nuestra visión y comprensión.
Por eso la sabiduría del Bhagavad-gītā indica que debemos silenciar todas las emociones materiales para percibir mejor aquello que se encuentra más allá de la materia: la realidad espiritual. Este silenciamiento es similar a la quietud del agua de un estanque para que podamos ver lo que se encuentra en el fondo del mismo. El Bhagavad-gītā ( 6.7 ) asegura que quienes van más allá del alcance de las emociones materiales alcanzan la Superalma.
Sin embargo, el mismo Bhagavad-gītā ( 11.54 ) afirma más adelante que sólo quienes tienen devoción pueden entender a Kṛṣṇa. Si la devoción es esencialmente una emoción, ¿por qué ahora se considera que la emoción es el camino hacia la cognición (conocimiento)?
Porque Kṛṣṇa no es un objeto para ser analizado sino una persona para ser amada.
Para entender por qué esto cambia los medios de percepción, pensemos en una bella obra de arte, por ejemplo, una réplica de una rosa, que se encuentra en el fondo de un estanque. Para disfrutar de una obra de arte no se necesita un análisis carente de emociones, sino una estética basada en ellas.
La sabiduría del Bhagavad-gītā revela que la Verdad Absoluta no es sólo un observador neutral (Paramātmā) que se percibe mediante un análisis desapasionado. También es un amante recíproco (Bhagavān) cuya belleza y dulzura se pueden saborear sólo a través de la emoción espiritual de la devoción.
Es importante destacar que las emociones espirituales y las emociones materiales no son dos cosas completamente diferentes, sino dos expresiones diferentes de la misma fuerza de atracción que se origina en el corazón. El bhakti nos ofrece un proceso consagrado por el tiempo para redirigir nuestras emociones de la materia al espíritu. Al recordar y servir a Kṛṣṇa con la mínima devoción que sintamos por Ël, y al regular nuestra interacción con aquellas cosas mundanas que hiperactivan nuestras emociones materiales, podemos saborear gradualmente la suprema dulzura de la suprema manifestación del Supremo.
Mi querido Arjuna, a Mí se me puede entender tal como soy, tal como estoy ante ti, únicamente por medio del servicio devocional íntegro, y de ese modo se me puede ver directamente. Sólo así podrás penetrar los misterios de Mi comprensión, ¡oh, conquistador de los enemigos! – Bhagavad-gītā 11.54

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