Ir más allá del más allá


Bhagavad-gītā 12.7

Mucha gente piensa que el objetivo de la espiritualidad es ir más allá de las emociones y las acciones y alcanzar la paz fundiéndose en una luz impersonal.
Sin embargo, la vida en una existencia así, en un “más allá”, es antinatural, insatisfactoria e inestable.
Antinatural: Nuestras emociones y acciones definen nuestro ser; son características de nuestra naturaleza esencial. Para nosotros, como seres conscientes, estar desprovistos de emociones y acciones es profundamente antinatural.
Insatisfacción: La paz, como un analgésico, ofrece alivio de las miserias mundanas. Pero, así como en lo físico pronto descubrimos que el alivio del dolor no nos satisface y anhelamos la salud, en lo espiritual pronto descubrimos que la paz no nos satisface y anhelamos la felicidad. Y la felicidad llega a través del amor, de las relaciones y de la reciprocidad.
Inestable: Cualquier situación que nos insatisfaga nos vuelve inestables, pues buscamos algo mejor. Así, cuando la paz del impersonalismo resulta insatisfactoria, nos volvemos inestables. Buscamos algo más elevado, pero nos sentimos perdidos, sin saber dónde buscar, pues habíamos dado por sentado que el impersonalismo era la cumbre de la espiritualidad.
No es extraño que el Bhagavad-gītā ( 12.5 ) subraye que el apego a la concepción impersonal dificulta la vida espiritual. Ofreciendo una alternativa superior, los dos versos siguientes del Bhagavad-gītā ( 12.6-7 ) recomiendan el camino del servicio devocional. La devoción nos catapulta a una realidad espiritual dinámica que se encuentra más allá del más allá, en Kṛṣṇa, cuya personalidad eterna y trascendental existe más allá del absoluto impersonal.
Amar a Kṛṣṇa es natural, satisfactorio y estable.
Natural: Descubrimos una vía espiritual para nuestra necesidad natural de emociones y acciones;
Satisfactorio: Disfrutamos de reciprocidades amorosas con la persona suprema y totalmente atractiva, Kṛṣṇa, quien satisface nuestro corazón plena y eternamente;
Estable: Una vez que saboreamos la satisfacción de amar a Kṛṣṇa, no necesitamos nada más; nuestro corazón encuentra el refugio supremo en Él.
Así, Kṛṣṇa es el más allá personificado, el pináculo de la espiritualidad, la meta que merece nuestras más elevadas aspiraciones.
Pero para aquellos que Me adoran a Mí entregándome todas sus actividades y consagrándose a Mí sin desviarse, dedicados al servicio devocional y meditando siempre en Mí, habiendo fijado la mente en Mí, ¡oh, hijo de Pṛthā!, para ellos, Yo soy el que los salva prontamente del océano del nacimiento y la muerte. – Bhagavad-gītā 12.7

No hay comentarios:

Publicar un comentario