Kṛṣṇa quiere nuestra presencia más que nuestros regalos

Bhagavad-gītā 12.10

Podemos dañar nuestras relaciones por un error involuntario: prestar más atención a las cosas que a las personas para las que las hacemos. Por ejemplo, los padres, que desean ofrecerles más cosas a sus hijos, pueden estar tan preocupados por sus trabajos que no estén lo suficientemente disponibles emocionalmente para ellos.

Este mismo error también puede dañar nuestra relación con Kṛṣṇa. Si así fuera, sería un error totalmente innecesario, porque Kṛṣṇa, a diferencia de nuestros otros parientes, en realidad no necesita nada de nosotros; Él ya es dueño de todo. Le hacemos ofrendas no para satisfacer Su necesidad, sino para expresar nuestra devoción. Y expresamos mejor nuestra devoción estando emocionalmente disponibles cuando Él se manifiesta.

Para ayudarnos a mantener nuestras prioridades en orden, el Bhagavad-gītā ( 12.10 ) coloca el cultivo del recuerdo de Kṛṣṇa por encima del trabajo para Él. Nuestro sādhana –nuestro canto diario y estudio de las Escrituras– son los momentos en los que podemos ofrecer nuestra presencia a Kṛṣṇa. Cuando Él se manifiesta como vibración sonora trascendental, podemos servirlo siendo atentos y receptivos, dándole la bienvenida a nuestra conciencia con nuestra disposición devocional. Si en esos momentos dejamos que nuestra mente corra de un lado a otro pensando en las diversas cosas que tenemos que hacer más tarde en el día –incluso si son para el servicio de Kṛṣṇa–, entonces perdemos la preciosa oportunidad de complacer a Kṛṣṇa ofreciéndole nuestra presencia. Y por esa distracción, nos privamos de la purificación, el enriquecimiento y el empoderamiento que provienen de saborear la presencia de Kṛṣṇa. Esto retrasa el despertar de nuestra devoción latente por Kṛṣṇa.

Para evitar este error de prioridades equivocadas, podemos sostener nuestra sādhana con la firme resolución: “Que todas las demás cosas, incluso todos los demás servicios, esperen. El mejor regalo que puedo ofrecerle a Kṛṣṇa ahora es mi presencia”.

Si no puedes practicar las regulaciones del bhakti-yoga, entonces sólo trata de trabajar para Mí, porque al hacerlo llegarás a la etapa perfecta. - Bhagavad-gītā 12.10