El Bhagavad-gītā no llama a la obediencia ciega, sino a la obediencia visionaria


Bhagavad-gītā 13.5

La idea de obedecer a alguien a menudo parece repulsiva para la mente contemporánea: “Puedo pensar por mí mismo; ¿por qué debería obedecer a alguien?”. Esta repulsión a la obediencia parece aún más justificada en el campo religioso, donde los terroristas, en nombre de obedecer las Escrituras, atacan a personas inocentes. Pero para ser justos con la religión, el campo secular también ha visto a fanáticos como los nazis de Hitler o los comunistas de Stalin que, en nombre de obedecer la ideología de sus líderes, han asesinado a millones de personas inocentes. Así que el problema real no es la religión ni siquiera la obediencia, sino la obediencia ciega, ya sea de dogmas religiosos o seculares.

¿Por qué algunas personas se convierten en seguidores ciegos? Una de las razones es que quieren evitar la responsabilidad de pensar y elegir sus propias acciones. Algunas de estas personas intelectualmente irresponsables buscan la salida fácil siguiendo a fanáticos religiosos aparentemente fieles que, aunque juran por un libro antiguo, lo interpretan para satisfacer sus propios fines. Otras personas intelectualmente responsables obedecen a líderes seculares que prometen que sus ideologías ateas resolverán todos los problemas.

El Bhagavad-gītā no se adhiere a ese ethos de irresponsabilidad intelectual. Su presentación de múltiples opciones para el avance espiritual, su respuesta sobria y sensible a preguntas inteligentes, sus argumentos cuidadosamente razonados para fundamentar su llamado final al activismo devocional como el mejor camino hacia el bienestar individual y global, todo esto prepara el escenario para una obediencia que no es ciega sino visionaria.

La base de esta obediencia visionaria es el extraordinario ejemplo de Kṛṣṇa. A pesar de ser no sólo el guru de Arjuna sino también Dios mismo, no exige obediencia sólo por la autoridad de Su posición; cita (13.5) las Escrituras (śāstra) y a los santos maestros del pasado (sādhus) para fundamentar Su mensaje.

Este fundamento tripartito ( guru-sādhu-śāstra ) para nuestro pensamiento hace que nuestra obediencia sea visionaria: “Puedo pensar por mí mismo; por eso elijo obedecer a Kṛṣṇa”.

Ese conocimiento acerca del campo de las actividades y del conocedor de las actividades lo describen diversos sabios en diversos escritos védicos. Dicho conocimiento se presenta especialmente en el Vedānta-sūtra, con todo el razonamiento necesario respecto a la causa y el efecto. – Bhagavad-gītā 13.5

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