Bhagavad-gītā 12.14
Si deseamos desarrollar una relación con alguien, necesitamos tanto compromiso como satisfacción.
El compromiso significa que perseveramos en esa relación sin dejarnos llevar por nuestros sentimientos volubles. Sin duda, los sentimientos son importantes en cualquier relación, pero si son la única base de la relación, entonces la conexión entre las dos personas no puede ser estable ni sostenible.
La satisfacción es esencial en las relaciones porque ninguno de nosotros es perfecto. Necesitamos tolerar los defectos de los demás. En lugar de insistir en su lado malo, percibido o real, si aprendemos a ver su lado bueno, podemos sentirnos satisfechos.
Si en una relación falta compromiso o satisfacción, la conexión se debilita y empezamos a buscar reciprocidad en otra parte.
En las relaciones mundanas, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, a veces no obtenemos reciprocidad. ¿Por qué? Porque todos tenemos naturalezas diferentes, lo que puede llevar a una incompatibilidad irreductible.
Afortunadamente, esa incompatibilidad no estropea nuestra relación con Kṛṣṇa. En nuestra naturaleza espiritual esencial, todos somos siempre compatibles con Él, porque somos Sus partes eternas y Él es nuestro mayor bienqueriente. Nuestra relación con Él tiene el potencial de ser sumamente satisfactoria.
¿Cómo accedemos a esa realización?
El Bhagavad-gītā (12.14) recomienda que practiquemos el bhakti-yoga con determinación. Esto implica que nos mantengamos comprometidos con nuestras prácticas devocionales, incluso si no tenemos ganas de hacerlas. Es significativo que el mismo verso también nos insta a estar contentos. Contentamiento significa que nos mantengamos satisfechos con cualquier sabor espiritual que logremos mediante nuestras prácticas, sin exigir un éxtasis constante. Y también significa que nos mantengamos satisfechos con cualquier cosa material que logremos mientras realizamos nuestros deberes mundanos con un estado de ánimo devocional, sin distraernos con los anhelos mundanos.
Mediante esta combinación de compromiso y contentamiento, nuestra conexión con Kṛṣṇa florece en una feliz absorción en Él.
Aquel que no es envidioso sino que, más bien, es un buen amigo de todas las entidades vivientes, que no se cree propietario de nada y que está libre del ego falso, que mantiene la ecuanimidad tanto en la felicidad como en la aflicción, que es tolerante, que siempre está satisfecho, que es autocontrolado, y que está dedicado al servicio devocional con determinación, con la mente e inteligencia fijas en Mí, esa clase de devoto Mío es muy querido por Mí. - Bhagavad-gītā 12.14
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