Con solo encender un pequeño interruptor podemos poner en marcha un gran automóvil. Si un pequeño interruptor hecho por el hombre puede tener tanta potencia, ¿cuánta más potencia podría tener un interruptor hecho por Dios?
Probablemente, nosotros mismos seamos lo más difícil de activar. Todos podemos pensar en varias virtudes que podemos y debemos desarrollar. Sin embargo, lamentablemente, una inercia interior parece detenernos.
¿Existe algún interruptor mediante el cual podamos activarnos?
La sabiduría del Bhagavad-gītā explica que, en efecto, existe el interruptor de la devoción creado por Dios.
El Bhagavad-gītā ( 12.20 ) afirma que quien tiene fe en el proceso de la devoción es sumamente querido por Kṛṣṇa. Los comentaristas explican que esta fe fomenta todas las demás virtudes que caracterizan al devoto, tal como se enumeran en los versos anteriores del mismo capítulo ( 12.13 – 12.19 ). Veamos cómo sucede esto.
Kṛṣṇa es el depósito de todas las virtudes. Como todos somos Sus partes, Sus virtudes están presentes en nosotros. Pero ahora están latentes, sepultadas bajo vidas de condicionamientos materiales. El contacto con Kṛṣṇa a través de la devoción es el interruptor que las activa. La devoción nos da acceso al poder supremo de Kṛṣṇa, que nos permite superar todos nuestros condicionamientos y desenterrar nuestras virtudes.
¿Acaso nuestra inercia interna no nos impide cultivar la devoción? Sí, sin duda. Pero la energía necesaria para superar esa inercia es mucho menor que la que se requiere para cultivar de forma independiente todas las demás cualidades, de la misma manera que la energía necesaria para pulsar el interruptor de encendido es mucho menor que la que se necesita para impulsar todo el coche.
Además, cuando cultivamos el recuerdo de Kṛṣṇa, obtenemos una felicidad interior extraordinaria que nos hace anhelar más y, por lo tanto, nos da un poderoso impulso interior.
De esta manera, al centrar nuestros esfuerzos de superación personal en aumentar nuestra devoción a Kṛṣṇa, podremos lograr una superación personal integral.
Aquellos que siguen este imperecedero sendero del servicio devocional y que con fe se dedican a él por entero, teniéndome a Mí como la meta suprema, son muy, muy queridos por Mí. - Bhagavad-gītā 12.20
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