Bhagavad-gītā 12.17
Sentirse inquieto no es saludable cuando vivimos una vida de valores y propósitos, pero sí lo es cuando nos conformamos con la complacencia y el letargo. Todos nos sentimos inquietos a veces, y la forma en que respondemos a esos sentimientos depende del estado general de nuestra vida. Si vivimos una vida de valores y propósitos, y no estamos haciendo progresos tangibles porque el progreso requiere tiempo, entonces debemos descuidar esa sensación de inquietud y seguir adelante. Pero si vivimos una vida de complacencia, letargo o apatía, entonces esa sensación de inquietud puede impulsarnos a cambiar nuestra vida y mejorarla .
Aquel que ni se regocija ni se aflige, que ni se lamenta ni desea, y que renuncia tanto a las cosas favorables como a las desfavorables, un devoto de esa clase es muy querido por Mí. - Bhagavad-gītā 12.17
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