Bhagavad-gītā 13.26
Supongamos que conducimos por una carretera y descubrimos que termina en una cuneta. Inmediatamente buscaríamos la manera de evitarla. La carretera que termina en cuneta necesita ser desviada.
Cuando vivimos materialmente, buscando placeres mundanos, recorrimos un camino que conduce a la muerte. Sin embargo, como tanta gente va por ese camino —y lo hace con tanta confianza—, damos por sentado que es el camino correcto.
Para protegernos de esa credulidad acrítica, el Bhagavad-gītā (13.9) nos insta a reconocer sin sentimentalismo que el camino del materialismo termina en la vejez, la enfermedad, la muerte y luego el renacimiento. Así, permanecemos caídos en el abismo de la existencia material.
¿Cómo abandonamos el camino que termina en esta zanja? Redirigiendo nuestra conciencia del mundo hacia nuestro Señor y fuente, Krisna. Esta redirección se centra en escuchar la sabiduría espiritual (13.26). Esta escucha asegura que, aunque no abandonemos la vida material, sí abandonemos la concepción material de la vida. Al escuchar, comprendemos que, en esencia, somos seres espirituales destinados a desempeñar nuestros diversos roles y responsabilidades con ánimo de servicio a Kṛṣṇa. Al practicar bhakti-yoga, podemos recorrer externamente el mismo camino que antes, pero internamente, nuestra conciencia se elevará espiritualmente. Finalmente, aunque nuestro cuerpo perezca, como almas, nos liberaremos de él para estar con nuestro Señor. De hecho, Kṛṣṇa mismo viene a liberar a Sus devotos (12.6-7), así como un helicóptero puede descender para rescatar al conductor de un coche a punto de caer en una zanja.
Para demostrarle a Kṛṣṇa que queremos ser rescatados, necesitamos practicar bhakti-yoga tan diligentemente que antes de que llegue nuestra muerte, nuestro amor por este mundo sea reemplazado por nuestro amor por Kṛṣṇa.
Además, existen aquellos que, aunque no están versados en el conocimiento espiritual, comienzan a adorar a la Persona Suprema al oír a otros hablar de Él. Debido a su tendencia a oír a las autoridades, ellos también trascienden la senda del nacimiento y la muerte. - Bhagavad-gītā 13.26
No hay comentarios:
Publicar un comentario