Las cosas no son lo que parecen, pero no son un sueño


Bhagavad-gītā 13.20

Los materialistas suelen tomar las cosas al pie de la letra. Si algo les parece atractivo, dan por sentado que les proporcionará placer. Incluso cuando no les proporciona mucho placer y su atractivo desaparece pronto, siguen sin darse cuenta de la naturaleza engañosa de los encantos materiales; en cambio, se dejan llevar por alguna otra cosa material atractiva.

Se necesita inteligencia para comprender que todas las cosas materiales, por muy seductoras que sean, son solo combinaciones de elementos materiales como la tierra, el agua y el fuego, ninguno de los cuales es particularmente atractivo. Solo cuando uno empieza a mirar más allá de las apariencias materiales, comienza la búsqueda espiritual en serio.

La materia es eterna, lo que implica que la ilusión no pertenece a su existencia sino a su apariencia.

Sin embargo, si estos buscadores espirituales no buscan la sabiduría de las Escrituras, caen en el error de considerar todo lo material irreal, similar a un sueño. Las Escrituras sí utilizan la metáfora del sueño, pero ese uso se utiliza para transmitir la temporalidad de las cosas materiales, no su irrealidad. El Bhagavad-gītā13.20 ) enfatiza que tanto la materia como la conciencia carecen de principio . Que la materia sea eterna implica que la ilusión no se refiere a su existencia, sino a su apariencia. La materia existe, pero no es la fuente de placer que parece ser.

La sabiduría del Bhagavad-gītā transforma nuestra concepción de la materia al cambiar nuestra autopercepción: no somos criaturas materiales, sino seres espirituales destinados a la eterna reciprocidad amorosa con la atrayente Persona Suprema, Kṛṣṇa. Obtenemos la felicidad no explotando la materia, sino usándola al servicio de Kṛṣṇa. Una vez que comprendemos nuestra naturaleza espiritual, no rechazamos como inexistente la aparente belleza de las cosas materiales; la vemos como un indicador de la belleza de Kṛṣṇa, como indica el Bhagavad-gītā (10.41).

De hecho, el bhakti -yoga convierte el llamado mundo material de los sueños en un camino hacia el verdadero mundo espiritual, porque aquí practicamos la misma actividad eterna de servicio devocional que hacemos espontáneamente allí.

Se debe saber que la naturaleza material y las entidades vivientes no tienen principio. Sus transformaciones y las modalidades de la materia son productos de la naturaleza material. - Bhagavad-gītā 13.20

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