Ponle fin a tu divorcio de la realidad


Bhagavad-gītā 13.22

Imaginemos a un grupo de personas que desean jugar a un videojuego de realidad virtual. Su deseo los aleja de la realidad de su identidad y los transporta a un cibermundo ilusorio. En ese mundo, experimentan emociones virtuales al identificarse erróneamente con un personaje del videojuego.

De igual manera, cuando deseamos disfrutar de las cosas materiales, el Bhagavad-gītā (13.22) indica que nuestro deseo nos aleja de la realidad de nuestra identidad espiritual. Además, nos impulsa al mundo material ilusorio en el que vivimos. En él, experimentamos emociones artificiales al identificarnos erróneamente con nuestros cuerpos físicos.

Normalmente, la interacción con un videojuego es casual y placentera. En cambio, nuestra interacción con el mundo material es absorbente y angustiosa. Es tan absorbente que a menudo anula nuestra conciencia de nuestra identidad espiritual, haciéndonos creer erróneamente que la realidad material es la totalidad de la realidad. Y es en gran medida angustiosa porque nos somete a las múltiples miserias de la existencia material —psicofísicas, sociales y ambientales— mientras nos encaminamos con dificultad hacia los sufrimientos terminales de la vejez, la enfermedad y la muerte.

La sabiduría del Bhagavad-gītā nos muestra cómo romper con nuestro divorcio de la realidad. Nos ilumina sobre nuestra identidad espiritual y describe el proceso de servicio devocional que nos brinda experiencias de plenitud espiritual. Así como los jugadores de videojuegos deben renunciar al deseo de disfrutar del juego para volver plenamente a la realidad, nosotros debemos renunciar al deseo de disfrutar del mundo material ilusorio para volver plenamente al nivel espiritual. La manera más fácil de renunciar a ese deseo que nos aprisiona es cultivar el deseo de servir a Kṛṣṇa, que nos conecta rápidamente con la felicidad espiritual. Al redirigir así nuestros deseos, regresamos a la gozosa realidad espiritual a la que originalmente pertenecemos.

La entidad viviente que se halla en el seno de la naturaleza material sigue así los caminos de la vida, disfrutando de las tres modalidades de la naturaleza. Ello se debe a su contacto con esa naturaleza material. De ese modo se encuentra con el bien y el mal entre las diversas especies. - Bhagavad-gītā 13.22

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