Bhagavad-gītā 13.11
Cuando nos encontramos en situaciones que nos distancian de los demás, es natural que nos sintamos solos. Y esa soledad puede agotarnos y deprimirnos, pero no tiene por qué ser así; podemos convertirla en aislamiento.
El factor diferenciador clave entre la soledad y el aislamiento es la dirección de nuestra conciencia. Si nuestra conciencia está dirigida centrífugamente (fuerza que aleja de su eje), pero no encuentra ninguna vía para salir al exterior, entonces nos sentimos solos. Por el contrario, si nuestra conciencia está dirigida centrípetamente (fuerza que acerca a su eje), entonces la eliminación de las cosas que la distraen hacia el exterior puede ayudarnos a ir hacia el interior.
La soledad es el estado en el que anhelamos compañía pero no la conseguimos. El aislamiento es el estado en el que buscamos mirarnos a nosotros mismos con mayor profundidad: para entender qué cosas son verdaderamente importantes para nosotros; para recordarnos los valores y propósitos que son sagrados para nosotros; y en consecuencia, para realinear nuestras actividades diarias. El Bhagavad-gītā (13.11) afirma que el aislamiento es una característica del conocimiento: el aislamiento nos da el espacio para interiorizar las lecciones de vida que yacen latentes en nuestras muchas experiencias diarias. Podemos acceder a esas lecciones y asimilarlas solo cuando nos damos un descanso de los compromisos externos constantes, como la socialización y la charla informal.
Para la mayoría de nosotros, el territorio interior no parece muy interesante o incluso puede resultar confuso y desorientador. Por eso necesitamos recursos adecuados para aprovechar el poder del aislamiento. Algunos de estos recursos son textos de sabiduría como el Bhagavad-gītā y prácticas introspectivas como el yoga, la meditación, la oración y el diario personal. En última instancia, el aislamiento nos ayuda a acercarnos a nuestra esencia: nuestra alma y el todo del que somos partes, Krsna.
Cuando aprovechamos el aislamiento como una oportunidad para el crecimiento espiritual, puede nutrirnos y darnos energía mientras estamos solos. Y más tarde, cuando reanudemos nuestros compromisos sociales, la reorientación resultante del aislamiento bien aprovechada puede ayudarnos a estar más centrados y ser más eficaces.
Piénsalo bien:
· ¿Cuál es la diferencia entre soledad y aislamiento?
· ¿Cómo podemos transformar la soledad en aislamiento?
· ¿Qué herramientas pueden ayudarte a aprovechar el poder del aislamiento?
Devoción constante y pura a Mí; aspiración a vivir en un lugar solitario; desapego de la masa general de la gente; … [– todo esto declaro que es conocimiento]. - Bhagavad-gītā 13.11
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