Bhagavad-gītā 13.34
Algunas personas preguntan: «La consciencia es una energía. ¿Por qué no puede considerarse otra energía material, como el calor o la electricidad? ¿Por qué considerarla espiritual?».
Porque la conciencia es categóricamente diferente de todas las energías materiales: nos permite experimentar todas las energías.
Supongamos que la energía térmica, en forma de rayos de Sol vespertinos, cae sobre la cabeza de una persona. Esa persona experimenta el calor como una sensación abrasadora. Pero el calor no experimenta nada, ni su propia temperatura ni la sensación de ardor que le provoca. La energía de la conciencia que fluye por el cuerpo de esa persona le hace experimentar el calor.
Para ilustrarlo mejor, supongamos que un cortocircuito provoca un flujo eléctrico a través de una persona, dejándola inconsciente debido a una descarga eléctrica. Inicialmente, mientras está consciente, experimenta horror, miedo y dolor al sentir la electricidad recorriendo su cuerpo. Posteriormente, aunque la electricidad siga recorriendo su cuerpo, no experimenta nada porque ya no tiene consciencia. Por lo tanto, la presencia de la consciencia le permite experimentar la electricidad, mientras que la ausencia de la misma la inhibe.
¿De dónde proviene esta consciencia? No puede provenir de la materia, que es inconsciente, compuesta de partículas fundamentales inconscientes. Sea cual sea su forma, la materia no tiene la capacidad de experimentar la materia. El Bhagavad-gītā explica que la consciencia proviene del alma.
El Bhagavad-gītā (13.34) indica que, así como el Sol ilumina el universo con luz, el alma ilumina el cuerpo con consciencia. Por lo tanto, la consciencia es energía, pero como proviene del alma espiritual, es energía espiritual.
Cuando comprendemos que nuestra conciencia es inmaterial, adquirimos la convicción intelectual de mirar más allá de la materia en nuestra búsqueda del placer. El bhakti-yoga nos capacita para fijar nuestra conciencia en la realidad espiritual más elevada, Kṛṣṇa, lo que nos otorga la plenitud inmaterial suprema.
¡Oh, hijo de Bhārata!, así como sólo el Sol ilumina todo este universo, así mismo la entidad viviente, que es una dentro del cuerpo, ilumina todo el cuerpo mediante la conciencia. - Bhagavad-gītā 13.34
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