Bhagavad-gītā 14.16
La cultura actual nos inculca la creencia de que la satisfacción reside en las posesiones que no tenemos. De hecho, el anhelo por ellas es el motor que impulsa a millones de personas.
Sin embargo, incluso si obtenemos esas posesiones, no obtendremos satisfacción. ¿Por qué no? Porque el anhelo no proviene de la falta de posesiones, sino de la mente contaminada por el materialismo, específicamente, por la modalidad de la pasión. Esta modalidad se define por un anhelo incesante e insaciable (Bhagavad-gītā 14.12). Incluso si satisfacemos el anhelo de la mente apasionada por algo, pronto comenzará a anhelar otra cosa. Vivir en la pasión nos condena a una insatisfacción incurable (14.16).
¿Cómo, entonces, podemos encontrar satisfacción? Mediante la purificación. Necesitamos depurar nuestra mente de pasión y situarla en la bondad y, finalmente, en la trascendencia.
Cuando nuestra mente se purifica, vemos las cosas como son, sin la distorsión de la propaganda mundana. Comprendemos la explicación del Bhagavad-gītā: somos almas, partes eternas del supremo y todo atractivo, Kṛṣṇa. Él encarna plenamente el atractivo de los diversos objetos que nos seducen. Al absorbernos amorosamente en Él, podemos encontrar la satisfacción suprema. Incluso si aún no tenemos esa absorción, la mente purificada nos ayuda a mantenernos contentos con la convicción de que Krisna tiene un plan para nuestra vida: todo lo que necesitemos, Él nos lo proveerá, mediante Su plan inconcebiblemente perfecto. Solo necesitamos usar lo que tenemos de forma constructiva, con ánimo de servirle.
¿Cómo podemos purificar nuestra mente? El bhakti-yoga es la forma más fácil y rápida de purificarse. Y es tan inclusivo que puede canalizarlo todo, incluso el anhelo apasionado de nuestra mente por más. Cuando dirigimos ese anhelo hacia Kṛṣṇa —hacia recordarlo más, servirlo más, amarlo más—, ese anhelo espiritualizado acelera nuestra purificación, intensifica nuestra absorción y aumenta nuestra satisfacción.
El resultado de la acción piadosa es puro y se dice que está en el plano de la modalidad de la bondad. Pero la acción que se hace en el plano de la modalidad de la pasión termina en el sufrimiento, y la acción que se ejecuta en el plano de la modalidad de la ignorancia termina en la necedad. – Bhagavad-gītā 14.16
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