El crecimiento espiritual no se define por las posesiones que abandonamos, sino por las concepciones que abandonamos


Bhagavad-gītā 15.8

Espiritualidad Lógica , Filosofía

El crecimiento espiritual no se define por las posesiones que abandonamos, sino por las concepciones que abandonamos.

Vivimos en un mundo dominado por el glamour; tendemos a ver las cosas externamente, infiriendo sobre su naturaleza por su apariencia. Podemos trasladar esta tendencia también a la vida espiritual, por ejemplo, equiparando la renuncia con la espiritualidad. Es decir, si alguien renuncia a muchas posesiones, podemos considerar dicha donación o desprendimiento como indicadores de la estatura espiritual del donante. 

Si bien la renuncia es importante, su propósito lo es aún más. Dicho de otro modo, más importante que renunciar a las posesiones mundanas es renunciar a las concepciones mundanas. El Bhagavad-gītā, al describir la transmigración del alma de una especie a otra (15.7-10), afirma que lo que llevamos de un cuerpo a otro es nuestra concepción de la vida - para qué creemos que está destinada. 

Supongamos que nos aferramos a concepciones materialistas como: «Soy un producto de la materia, o soy el hacedor, o las cosas de este mundo son fuentes de felicidad (y estas cosas pueden incluir cosas no físicas como la fama)». Entonces, incluso si renunciamos a algunas posesiones, mientras nuestras concepciones sigan siendo materialistas, continuaremos nuestra existencia mundana. De hecho, renunciar a las posesiones para ganar la reputación de ser renunciado no es renuncia; frustra el propósito de la renuncia. 

¿Cómo podemos renunciar a tales concepciones? No podemos renunciar a ellas por completo; solo podemos reemplazar las concepciones incompletas o incorrectas por concepciones más evolucionadas. Así como la conciencia es parte integral de nosotros, las concepciones son parte integral de la conciencia. 

La sabiduría del Gītā  nos capacita para armonizar cada vez más nuestras concepciones con la realidad, al comprender nuestra identidad espiritual y nuestra relación eterna con el todo, Kṛṣṇa. Cuanto más nos reconceptualizamos como partes espirituales del todo espiritual, destinado a funcionar en amorosa armonía, más disfrutamos y compartimos el crecimiento integral. 

Piénsalo bien:

·                     ¿Qué tendencia podemos llevar de la vida material a la vida espiritual?

·                     ¿Cómo podemos abandonar las concepciones mundanas?

·                     ¿Cuáles son tus concepciones de la vida que te impulsan? ¿Cómo puedes cambiarlas?

La entidad viviente que se halla en el mundo material lleva de un cuerpo a otro sus diferentes concepciones de la vida, tal como el aire transporta los aromas. Así pues, ella adopta un tipo de cuerpo, y de nuevo lo deja para adoptar otro. – Bhagavad-gītā 15.8

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