Bhagavad-gītā 15.19
Emoción. Eso es lo que le da sabor a nuestra vida. Y el amor, la más rica y profunda de todas las emociones, hace que la vida, con todos sus dolores de cabeza y desamores, valga la pena vivirla. No solo vale la pena vivirla, sino que vale la pena esperarla con ilusión.
Sin embargo, la emoción no siempre es placentera; puede meternos en problemas, incluso graves. Como en el caso de los adictos, cuyas emociones los llevan a sus adicciones y convierten su vida en un verdadero infierno. O como en el caso de todos nosotros, cuyas emociones nos llevan a cosas temporales que, por su inevitable destrucción, nos dejan conmocionados o incluso destrozados.
Por eso necesitamos usar nuestra inteligencia para orientar con seguridad el movimiento de nuestras emociones. Es decir, necesitamos encontrar inteligentemente el objeto correcto en el que centrar nuestra emoción.
La sabiduría del Bhagavad-gītā no nos pide que renunciemos a todas las emociones, ya que eso solo nos lleva al abismo de una paz estéril que pronto se vuelve insoportable. En cambio, nos insta a redirigir nuestras emociones hacia lo eterno en lugar de lo temporal. Y nos proporciona el mejor objeto eterno para nuestras emociones: Kṛṣṇa. El Bhagavad-gītā ( 15.19 ) nos insta a consagrarnos a Kṛṣṇa ( bhajati mam ) con todas nuestras emociones ( sarva-bhavena ).
¿Por qué Kṛṣṇa es la mejor dirección para el movimiento de nuestra emoción?
En primer lugar, como Kṛṣṇa es la fuente de todo, dirigir nuestras emociones hacia Él nos permite conectar emocionalmente, a través de Él, con todos y con todo. Al amar a Kṛṣṇa, aprendemos a amar a todos y a usar todo para nuestro beneficio duradero y el de los demás.
En segundo lugar, porque Kṛṣṇa reside para siempre en nuestro corazón y está perennemente disponible para nosotros.
No es de extrañar que el mismo verso del Bhagavad-gītā declare que aquellos que dirigen así el movimiento de su emoción hacia Kṛṣṇa alcanzan el pináculo del conocimiento ( sa sarva-vid ).
Todo aquel que, sin dudar, Me conoce como la Suprema Personalidad de Dios, es el conocedor de todo. En consecuencia, él se dedica por entero a prestarme servicio devocional, ¡oh, hijo de Bharata! – Bhagavad-gītā 15.19
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