Ir al templo para tomar darśan (audiencia), no para dar darśan


Bhagavad-gītā 16.15

Algunas celebridades, como políticos o estrellas de cine, suelen visitar templos en días sagrados especiales como Janmāṣṭamī. Si ven estas visitas solo como buenas oportunidades para tomarse fotos y aumentar su popularidad, entonces están yendo al templo no para tomar darśan de Kṛṣṇa, sino para dar su darśan a los demás —es decir, para mostrarse como personas virtuosas que visitan templos.

En una sociedad donde la religión es parte integral de la vida, ser visto como religioso —no exageradamente, pero sí ocasionalmente— suele ser un factor que aumenta el prestigio. El Bhagavad-gītā (16.15) habla de cómo las personas impías utilizan descaradamente actividades religiosas como la caridad o los sacrificios para proyectar una imagen de personas piadosas y respetables.

Como practicantes de la devoción, también nosotros podemos hacer nuestras prácticas de manera diligente cuando los demás nos ven. Pero cuando estamos a solas, tal vez nos entregamos a cosas que evitamos religiosamente en público. Por supuesto, algunos condicionamientos requieren tiempo para ser purificados. Aun así, para purificarnos necesitamos fijar nuestra conciencia en Kṛṣṇa, tanto en presencia de otros como en su ausencia. Si estamos demasiado enfocados en la imagen que proyectamos mientras practicamos bhakti, entonces no podremos conectar con Kṛṣṇa y, por lo tanto, no nos purificaremos verdaderamente.

Cuando hacemos de Kṛṣṇa el propósito principal de nuestras actividades devocionales, entonces la presencia de otros puede fortalecer ese propósito divino. La asociación devocional puede reorientarnos hacia Kṛṣṇa:

1.                  Primero, por el deseo de ser aceptados y respetados dentro de ese círculo social.

2.                  Segundo, por la inspiración que sentimos al asociarnos con devotos que están absorbidos en Kṛṣṇa.                   

De una forma u otra, si nos enfocamos sinceramente en Kṛṣṇa y nos esforzamos por conectarnos con Él tanto en público como en privado, descubriremos un nuevo mundo de enriquecimiento interior. Y poco a poco, nos volveremos cada vez más felices a través de una absorción en Kṛṣṇa cada vez más profunda.

La persona demoníaca piensa: “Yo soy el hombre más rico que existe, y estoy rodeado de parientes aristócratas. No hay nadie que sea tan poderoso y feliz como yo. Voy a celebrar algunos sacrificios, dar algo de caridad, y así me regocijaré”. De esa manera, a esa clase de personas las engaña la ignorancia. - Bhagavad-gītā 16.15

No hay comentarios:

Publicar un comentario