La clave de la felicidad no es tenerlo todo, sino tener al Único que lo tiene todo

Bhagavad-gītā 16.16

“Tenerlo todo”. Este es el mantra de la cultura consumista actual, que nos impulsa a creer que cuanto más tengamos, más disfrutaremos. Y cuando lo tengamos todo, seremos supremamente felices, o al menos eso dice el cuento de hadas consumista.

Claramente, tenerlo todo es imposible. Después de todo, somos finitos, nuestro tiempo es finito y nuestros recursos son finitos.

Aquellos que aún persiguen la misión de tenerlo todo, o al menos tener lo máximo posible, se exponen al estrés. La búsqueda interminable e insatisfactoria de posesiones los condena a una ansiedad perpetua. La Bhagavad-gītā (16.14) caracteriza a aquellos que sacrifican la moralidad por la prosperidad, llegando incluso al asesinato de rivales con tal de obtener ganancias monetarias. La Gītā introduce esta descripción advirtiendo que tales personas están atormentadas por una ansiedad interminable (16.11: cintām aparimeyām ca) y la concluye con una advertencia similar (16.16: aneka-citta-vibhrāntā). Las tendencias sociológicas actuales confirman esta advertencia: a medida que nuestra cultura avanza hacia el consumismo, cada vez más personas sufren trastornos relacionados con la ansiedad, al punto que muchos sociólogos hablan de una inminente epidemia de ansiedad.

No es de extrañar que la sabiduría de la Gītā nos inste a dirigir nuestros esfuerzos hacia aquello que brinda plenitud: Kṛṣṇa. En lugar de luchar por tenerlo todo, podemos esforzarnos por alcanzar al Único que lo tiene todo. Cuando nos conectamos devocionalmente con Kṛṣṇa, esa conexión nos otorga una plenitud duradera, porque Kṛṣṇa es completamente atractivo: Él posee y es el reservorio de las seis opulencias —las cosas que nos atraen en este mundo: belleza, fuerza, riqueza, conocimiento, fama y renuncia.

Y poner a Kṛṣṇa en primer lugar no nos priva de las cosas del mundo, sino que garantiza que no permitamos que las cosas del mundo nos priven de Kṛṣṇa, como lo demuestra el ejemplo de Arjuna, quien eligió a Kṛṣṇa en lugar de Su formidable ejército y finalmente obtuvo tanto a Kṛṣṇa como la victoria.

Perplejos así por diversas ansiedades y atados por una red de ilusiones, ellos se apegan demasiado al disfrute de los sentidos y caen en el infierno. - Bhagavad-gītā 16.16