Para entender qué está mal en el mundo, mírate primero en el espejo, no en el periódico


Bhagavad-gītā 16.22

Empodérate

Cuando escuchamos sobre las muchas cosas que están mal en el mundo, podemos sentirnos angustiados y desanimados. Para tratar de entender lo que sucede, tal vez leamos editoriales en los periódicos. Aunque esas lecturas pueden ofrecer un análisis social útil, no nos empoderarán tanto como mirar en el espejo, es decir, hacer una profunda introspección. Veamos por qué.

Los grandes problemas del mundo se originan en impurezas humanas comunes como la lujuria, la ira y la avaricia. La lujuria impulsa crímenes sexuales, la ira impulsa crímenes violentos, y la avaricia impulsa crímenes financieros. Cuando las personas se dejan llevar por estas impurezas en un grado extremo, sus acciones se convierten en los escalofriantes titulares de los periódicos. Estos crímenes deben ser corregidos por el gobierno. Si tenemos el poder y el entusiasmo para promover esa corrección, podemos y debemos hacerlo.

Sin embargo, esa intervención administrativa o punitiva, aunque necesaria, nunca es suficiente. Mientras las personas estén controladas por sus impurezas, seguirán haciendo el mal y empeorarán las cosas. De forma muy relevante, el Bhagavad-gītā advierte que la lujuria, la ira y la avaricia llevan a una vida infernal (16.21), y asegura que quienes se apartan de estas impurezas pueden actuar de manera constructiva (16.22). Por lo tanto, más importante que la legislación gubernamental es la purificación individual.

Y esa purificación puede comenzar con nosotros mismos. Una mirada honesta hacia nuestro interior nos mostrará cómo también estamos infectados por estas impurezas y cómo nos impulsan a cometer errores, aunque sean menores. Si nos purificamos de estas impurezas, si llegamos a ser lo mejor que podemos ser —o incluso un poco mejores de lo que somos ahora—, podremos actuar como pequeños pero significativos agentes de cambio. Además, si nos conectamos con el ser divino completamente puro, Kṛṣṇa, Él puede empoderarnos más allá de nuestras capacidades actuales para elevar la conciencia humana, produciendo así un cambio efectivo y duradero.

Reflexiona:

·                     ¿De dónde se originan los principales problemas del mundo?

·                     Para convertirnos en agentes de cambio, ¿cómo puede empoderarnos más mirar en el espejo que leer el periódico?

·                     ¿Cómo podemos convertirnos en agentes de cambio efectivos?

El hombre que se ha escapado de esas tres puertas del infierno, ¡oh, hijo de Kuntī!, ejecuta actos que conducen hacia la autorrealización, y de ese modo alcanza gradualmente el destino supremo. - Bhagavad-gītā 16.22

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