Por qué algunos miedos son saludables


Bhagavad-gītā 16.21

A menudo estamos limitados, e incluso paralizados, por nuestros miedos. Por eso, solemos pensar que el miedo es algo indeseable.

Aunque algunos miedos ciertamente pueden serlo, el miedo en sí no lo es; puede no solo ser deseable, sino incluso esencial. Nos alerta sobre peligros para que tomemos las medidas necesarias y nos protejamos.

El miedo cumple un papel protector no solo para nuestra supervivencia física, sino también para nuestra supervivencia espiritual. El término “supervivencia espiritual” puede sonar contradictorio porque el alma es indestructible. Sin embargo, la supervivencia espiritual no se refiere a la existencia del alma, sino a la conservación de nuestra conciencia espiritual, nuestra inclinación espiritual y nuestras posibilidades de progreso espiritual. Todo esto puede dañarse —o incluso destruirse— si nos entregamos al placer sensorial de forma indiscriminada, permitiendo que nuestra conciencia se inunde de impresiones mundanas que sepultan nuestra espiritualidad. Por eso el Bhagavad-gītā (16.21) se refiere a la lujuria, la ira y la codicia como destructores del alma.

Al comprender el peligro que representan estos impulsos inferiores, podemos cultivar un miedo saludable hacia ellos. Cada vez que algo tentador aparezca en nuestra conciencia, debemos estar alertas y hacer lo necesario para protegernos. El miedo que activa esa alerta es un miedo saludable.

Si no sentimos miedo en situaciones tentadoras, cuando todavía somos propensos a recaer en la sensualidad, entonces esa ausencia de miedo no es trascendencia, es ignorancia. Ignorancia de nuestra vulnerabilidad, ignorancia que puede destruir todo aquello que valoramos como sagrado. Al estudiar el Gītā y cultivar miedos saludables, podemos avanzar con determinación en nuestro crecimiento espiritual. Ese crecimiento eventualmente nos eleva al nivel de la realidad que está para siempre libre del miedo, la morada de nuestro Señor eterno, todo-amoroso y todo-atractivo, Kṛṣṇa.

Resumen en una frase:
Si no sentimos miedo cuando deberíamos sentirlo, no estamos en trascendencia; estamos en ignorancia.

Reflexiona:

·                     ¿Cómo puede el miedo ser deseable, incluso esencial?

·                     ¿Por qué el término “supervivencia espiritual” no es una contradicción?

·                     ¿Qué miedo saludable necesitas cultivar tú? ¿De qué situaciones tentadoras necesitas protegerte?

Hay tres puertas que conducen a ese infierno: la lujuria, la ira y la codicia. Todo hombre cuerdo debe abandonarlas, pues ellas llevan a la degradación del alma. - Bhagavad-gītā 16.21

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