Bhagavad-gītā 18.28
Atención plena
La mente es una procrastinadora perpetua: pospone nuestras resoluciones para algún día, luego para una década y luego para toda la vida.
Supongamos que quisiéramos ir a un lugar importante. Si alguien nos atara físicamente, nos costaría liberarnos. Sin embargo, si alguien nos disuadiera con medias verdades desalentadoras, podríamos quedarnos donde estamos, sin luchar por liberarnos. Así es como nuestra mente nos disuade.
En el camino de nuestra vida, nos proponemos hacer cosas que puedan mejorar nuestra vida. Sin embargo, nuestra mente nos sabotea con una estrategia astuta: la procrastinación. Si nuestra mente nos prohibiera rotundamente hacer algo importante, notaríamos su autoritarismo y malicia. Esto nos llevaría a luchar contra ella. Anticipándose a esa oposición, nuestra mente dice con suavidad, inocencia y despreocupación: «Sí, esto es importante; debes hacerlo. Pero ¿por qué ahora? Estás cansado; tienes muchas responsabilidades; tienes muchos sueños por cumplir. Puedes hacerlo más tarde». Esto nos lleva a procrastinar.
Si repasamos nuestras vidas y pensamos en un buen hábito que podríamos haber cultivado hace años, a menudo notamos cómo nuestra mente nos hizo posponerlo por un día, y ese día se convirtió en una semana, un mes, un año, una década. Si seguimos escuchando a la mente, seguiremos posponiéndolo toda la vida, quizás incluso varias. A propósito, el Bhagavad-gītā (18.28) advierte contra la procrastinación perpetua que caracteriza a quienes actúan en la ignorancia.
Si queremos que nuestra vida mejore, debemos rechazar las racionalizaciones procrastinadoras de la mente, y rechazarlas ahora. Incluso si ese rechazo se presenta en forma de un pequeño paso, es suficiente; la clave no es cuánto avancemos, sino cuánta resistencia opongamos a nuestra mente.
Piénsalo bien:
- Para sabotearnos, ¿qué estrategia usa la mente? ¿Por qué?
- En nuestro viaje hacia la superación personal, ¿por qué basta con un pequeño paso?
- ¿Qué justificaciones usa tu mente para hacerte procrastinar? ¿Cómo puedes contrarrestar esas mentiras?
Y el trabajador que siempre está dedicado a un trabajo que va en contra de las disposiciones de las Escrituras, que es materialista, obstinado, engañador y experto en insultar a los demás, que es perezoso, siempre está malhumorado y es moroso, se dice que está en el plano de la modalidad de la ignorancia. - Bhagavad-gītā 18.28
No hay comentarios:
Publicar un comentario