Bhagavad-gītā 18.22
El desacuerdo sobre cuestiones no es tan perturbador como el desacuerdo sobre la importancia de los desacuerdos.
Cuando vemos desacuerdos conflictivos entre amigos que comparten nuestra fe, nos sentimos angustiados. ¿Por qué? Porque practicamos nuestra fe para experimentar paz, no conflicto. De hecho, el espectro de los conflictos religiosos lleva a quienes dudan entre sí al agnosticismo, al ateísmo o incluso al antiteísmo.
¿Por qué ocurren estas disrupciones? No por los desacuerdos en sí; podemos vivir con ellos, y a menudo lo hacemos. Los desacuerdos sobre diversos temas son inevitables porque nos basamos no solo en nuestra fe, sino en la interrelación de esta con nuestras experiencias de vida, culturas y naturaleza. En medio de tales diferencias, a menudo coincidimos en discrepar.
¿Por qué, entonces, algunos desacuerdos se vuelven disruptivos (adjetivo que describe algo que causa una ruptura o interrupción brusca)? Porque los fanáticos a menudo exageran la importancia de los desacuerdos. Los fanáticos equiparan detalles menores de su fe con sus principios fundamentales y consideran herético a cualquiera que difiera de ellos en esos detalles. Incluso pueden citar las Escrituras, pero su conocimiento se encuentra en la modalidad de la ignorancia: no ve el panorama completo, sino que convierte una pequeña cosa en todo ( Bhagavad-gita 18.22). Lejos de vivir con los desacuerdos, los fanáticos viven para demonizar a quienes se atreven a discrepar de ellos. Cuando sus ataques se vuelven personales, las emociones se descontrolan, los conflictos se intensifican y las guerras polémicas desgarran la fe.
¿Cómo podemos evitar que las diferencias se vuelvan disruptivas? Comprendiendo nuestra fe de forma integral para discernir la diferencia entre principios y detalles. Los principios son innegociables, pero los detalles se pueden ajustar. Todos coincidimos en cuestiones importantes como la existencia de Dios, la importancia de cultivar nuestra espiritualidad y la necesidad de vivir nuestra fe, no solo de hablarla. ¿Por qué deberíamos permitir que estos grandes acuerdos se vean eclipsados por desacuerdos sobre detalles? Después de todo, el conocimiento en la bondad ve más allá de la diversidad superficial hacia la unidad esencial (18.20).
Al aprender de espiritualistas maduros a discernir principios y detalles, podemos mantener nuestra perspectiva en medio de las diferencias.
Piénsalo bien:
- ¿Por qué las personas que comparten la misma fe difieren en cuestiones específicas?
- ¿Cómo el fanatismo destroza la fe?
- ¿Cómo podemos evitar que los desacuerdos se vuelvan disruptivos?
Y el conocimiento por el cual uno está apegado a una clase de trabajo como si lo fuera todo, sin conocimiento de la verdad, y que es muy escaso, se dice que está en el plano de la modalidad de la oscuridad. - Bhagavad-gītā 18.22
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