Cuanto más renunciamos a los paliativos, más buscamos las curas


Bhagavad-gītā 18.49

Los paliativos son medicamentos que alivian el dolor sin tratar su causa subyacente, mientras que los curativos sí la tratan. Los pacientes que toman paliativos no sienten la necesidad de curativos, porque se acostumbran al dolor.

En la existencia material, todos somos como pacientes, infectados por la enfermedad de los deseos mal dirigidos. Aunque somos seres espirituales eternos, anhelamos disfrutar de las cosas materiales transitorias. La fugacidad de lo material, por frustrante que sea, tiene como propósito impulsarnos hacia la búsqueda de lo eterno.

El placer que obtenemos de las cosas temporales es como un paliativo: nos engaña haciéndonos creer que todo está bien mientras la muerte nos acecha implacablemente. En cambio, la plenitud que obtenemos de las cosas eternas, en última instancia de nuestra relación devocional con Kṛṣṇa, es como un remedio: eleva nuestra conciencia por encima del plano material, donde la muerte puede ejercer su poder destructivo.

Quienes renuncian al mundo suelen ser como pacientes que dejan de tomar todos los paliativos. El Bhagavad-gītā (18.49) afirma que los renunciantes alcanzan gradualmente la perfección suprema de la vida. Afortunadamente, el camino a la perfección no se limita solo a quienes renuncian. El Gītā18.56 ) declara que todos, cualquiera que sea nuestra vocación, podemos alcanzar la meta suprema mediante la práctica del bhakti-yoga.

Aunque el bhakti abre las puertas de la perfección para todos, no todos desean cruzarlas. Tampoco encontraremos mucho impulso para hacerlo si, mientras practicamos bhakti externamente, buscamos alivio y placer en las cosas mundanas. En cambio, si minimizamos la búsqueda de tales refugios ilusorios y maximizamos la búsqueda de refugio en Kṛṣṇa, nuestro camino hacia Él se vuelve más dulce y rápido: más dulce porque Kṛṣṇa nos corresponde manifestándose en nuestro corazón, otorgándonos así una plenitud sublime; y más rápido porque nos sentimos doblemente impulsados ​​por la ausencia de paliativos y el poder curativo.

Aquel que es autocontrolado, que está desapegado y que hace caso omiso de todos los disfrutes materiales, puede alcanzar por medio de la práctica de la renunciación la etapa más elevada y perfecta, en la que se está libre de las reacciones. - Bhagavad-gītā 18.49

No hay comentarios:

Publicar un comentario