Bhagavad-gītā 18.54
El Bhagavad-gītā (14.26) afirma que el bhakti es el proceso para trascender nuestros condicionamientos materiales, es decir, para crecer en conciencia espiritual.
El mismo Gītā (18.54) afirma que los espiritualistas avanzados, caracterizados por la ecuanimidad, alcanzan el bhakti puro, transmitiendo así que el bhakti es una perfección espiritual superior a la ecuanimidad. Anteriormente (15.20), el Gītā ya había declarado que aquellos que se entregan de todo corazón a Kṛṣṇa están plenamente iluminados.
Así pues, el bhakti comprende tanto el proceso como el propósito del crecimiento espiritual.
¿Por qué el bhakti ocupa un lugar tan prominente a lo largo de nuestro viaje espiritual? Porque canaliza la fuerza activadora más poderosa dentro de nosotros –las emociones– y también se manifiesta como la culminación de esa fuerza.
Cuando aún somos neófitos, el bhakti utiliza nuestra energía emocional para conectarnos con el supremo atractivo, la fuente de todo placer. Así, el bhakti permite vislumbrar la plenitud sublime incluso a quienes buscan la verdad. Y el bhakti puro —el amor desinteresado e ininterrumpido por Kṛṣṇa— es la emoción más pura, noble y elevada que el corazón humano puede experimentar. En última instancia, todos anhelamos ese amor.
Algunos dicen que el bhakti es para los sentimentales. Tienen razón: el bhakti es tan inclusivo que incluso quienes no pueden realizar esfuerzos intelectuales o austeridades físicas pueden practicarlo. Pero la inclusividad del bhakti va más allá de lo sentimental y abarca a todos. El Gītā, al describir los diferentes caminos, indica que incluso los karma-yogīs, jñāna-yogīs y aṣṭāṅga-yogīs necesitan incorporar la devoción a sus prácticas para alcanzar sus respectivas perfecciones.
Estos dos roles del bhakti, como proceso y propósito, están implícitos en su conclusión (18.66). La seguridad que ofrece este verso de que el devoto estará protegido de las reacciones pecaminosas transmite que el proceso del bhakti está abierto incluso para los impuros. Y el llamado del verso a abandonar todos los demás caminos para entregarse a Kṛṣṇa transmite que el bhakti es el propósito de todo crecimiento espiritual.
Aquel que se sitúa así en el plano trascendental, llega a comprender de inmediato el Brahman Supremo y se vuelve plenamente dichoso. Él nunca se lamenta por nada ni desea poseer nada. Él tiene la misma disposición para con todas las entidades vivientes. En ese estado, él llega a prestarme a Mí un servicio devocional puro. - Bhagavad-gītā 18.54

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