12. Cualquier medicina que funcione, úsala.

Varios devotos aconsejaron a Satya‑nārāyaṇa dāsa que sería importante hacer un serio estudio del Äyur Veda. Satya‑nārāyaṇa estaba viviendo en Florida, pero planeaba ir a la India para comenzar el estudio de medicina védica. Había escrito a un kavirāja de Calcuta, a quien también Prabhupāda veía a veces, y el kavirāja había contestado consintiendo en aceptar a Satya-nārāyaṇa como su estudiante.
Al llegar a Māyāpura, Satya‑nārāyaṇa fue a ver a Śrīla Prabhupāda, quien en ese mo­mento estaba recibiendo un masaje en la terraza del edificio. A los primeros intentos de su discípulo para explicarle el proyecto de Äyur Veda, Śrīla Prabhupāda levantó la mano y dijo: —Oh, ahora estoy muy cansado—. Parecía que no solamente estaba cansa­do, sino que no estaba particularmente incli­nado a escuchar. Al cabo de un día o dos, Satya‑nārāyaṇa logró obtener otra entrevista. Esta vez entró en el cuarto de Śrīla Prabhupāda, le ofreció sus daṇḍavats, y explicó las cosas un poco más. —Puedo quedarme aquí en Calcuta como pūjārī. El doctor se en­cuentra a sólo dos kilómetros de aquí, y puedo es­tudiar bajo su dirección. Tengo permiso de mi GBC.
Prabhupāda lo interrumpió: —No, eso no es muy importante—. Y desvió la mirada. Satya‑nārāyaṇa no podía creer que se daba por supuesto que tenía que aceptarlo sin más comentarios. Que­ría una respuesta y una razón, así que se sentó silenciosamente mirando a Prabhupāda. Prabhupāda se volvió hacia él amablemente. —No estamos interesados en estudiar estas di­ferentes ciencias. Cualquier medicina que funcione, úsala. En reali­dad, la medicina occidental está muy avanza­da. Así que no hay razón para estudiar es­ta. Queremos volvernos brāhmaṇas—. Prabhupāda apuntó hacia El Libro de Kṛṣṇa so­bre su escritorio y dijo: —Tú simplemente lee mis libros. ¡Eso es lo que debes hacer!
Satya‑nārāyaṇa se sintió satisfecho y di­jo: —Gracias, Prabhupāda.
Prabhupāda contestó fuertemente: —¡Hare Kṛṣṇa!—. Y ese fue el final de la carrera de Satya‑nārāyaṇa como médico ayurvédico.
Entrevista con Satya‑nārāyaṇa dāsa

Satya‑nārāyaṇa piensa que Prabhupāda elogió la medicina occidental «sólo para empujarme a la con­ciencia correcta». La verdadera convicción de Prabhupāda era más parecida a la que presenta Prahlāda Mahārāja en el Śrīmad-Bhāgavatam: «Sean cuales fuesen los remedios que acepten, aunque beneficiosos, en realidad son transitorios. Por ejemplo, un padre y una madre no pueden proteger a su hijo, un médico no puede aliviar al pa­ciente que sufre, y un barco no puede salvar al que se ahoga en medio del océano» (Bhāg. 7.9.19). Y Śrīla Prabhupāda escribe en el significado de este verso: «A me­nos que uno se encuentre protegido por la miseri­cordia del Señor, ningún posible remedio dará resultado. Consecuentemente uno debe depender totalmente de la misericordia sin causa del Señor. Es evidente que en la vida cotidiana tenemos que tomar algunas medidas de protección, pero nadie puede proteger a alguien que ha sido desatendido por la Suprema Personalidad de Dios».


No hay comentarios:

Publicar un comentario