Śrīla Prabhupāda cuenta
una historia
Cuando Śyāmasundara dāsa estaba a cargo de ISKCON en Inglaterra, compró
unas lámparas de cristal muy caras. Costaron trescientas libras, y los devotos
tuvieron que devolverlas porque no pudieron hacer tal gasto. En esta ocasión,
Prabhupāda habló sobre las lámparas de cristal. Dijo: —Esto me recuerda la
historia de un nawāb. Nawāb significa
‘rico’. Tiene tanto dinero que no sabe qué hacer con él. Un nawāb hizo que su sirviente limpiara una
gran lámpara de cristal. Mientras el sirviente estaba limpiando la lámpara, se
cayó uno de los cristales, y cuando se estrelló contra el suelo de mármol hizo
un extraño tintineo, que el nawāb oyó
desde su cuarto. El nawāb salió
corriendo y preguntó: —¿Qué fue ese sonido?
El sirviente quedó petrificado y pidió perdón.
—Lo siento —se excusó—, cuando estaba limpiando la lámpara, uno de los
cristales se cayó y se hizo pedazos en el suelo. Lo siento mucho.
El nawāb dijo: —No, no, ese
sonido fue muy agradable. Tira uno más.
Así que el sirviente quebró otro cristal sobre el suelo. —Muy agradable sonido —dijo el nawāb—. Tira otro—. Y así el sirviente
fue tirando cada uno de los cristales de la lámpara contra el suelo. Dado que
el nawāb tenía tanto dinero a su
disposición, podía hacer cualquier cosa que quisiera.
—Similarmente —dijo Śrīla Prabhupāda—, Śyāmasundara piensa que tiene
tanto dinero que simplemente puede tirarlo...
Entrevista con Vicitravīrya dāsa
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