No sucedía frecuentemente, pero a veces Śrīla Prabhupāda era dominado
por emociones extáticas mientras daba una clase. Por ejemplo, había sucedido en
el local de San Francisco cuando Prabhupāda estaba describiendo el sentimiento
de separación del Señor Caitanya por Kṛṣṇa. También había sucedido en Gorakhpur
(India), cuando Prabhupāda estaba sentado ante las Deidades de Rādhā‑Mādhava,
contando pasatiempos de Kṛṣṇa. Una vez más había sucedido en Los Ángeles
durante una clase. Estaba diciendo que sus discípulos eran jóvenes y tenían
gran oportunidad de predicar, mientras que la vida de él no tenía valor alguno
porque «soy un hombre viejo que puede morir en cualquier momento». Tan pronto
como pronunció estas palabras, Prabhupāda enmudeció y hubo un cambio muy
perceptible en su conciencia. A algunos de los devotos que presenciaron estos
estados les pareció que de repente el mundo espiritual se había abierto directamente
frente a la visión de Prabhupāda y que Kṛṣṇa se estaba comunicando con él de
una manera que le hacía incapaz de hablar.
Una vez, después de que sucedió lo mismo frente a una gran asamblea de
devotos en Māyāpura, los devotos le preguntaron a Śrīla Prabhupāda acerca del
comportamiento que ellos debían tener en tales ocasiones. En esa ocasión,
cuando Prabhupāda se quedó absorto, toda la congregación se quedó silenciosa y
sin aliento, esperando una clave de su maestro espiritual. De repente uno de
los sannyāsīs rompió el silencio y
empezó a cantar «nama oṁ viṣṇu-pādāya...»
Al principio nadie siguió su canto, pero cuando persistió, gradualmente
otros se unieron a él, y entonces Prabhupāda salió de su trance meditativo. Más
tarde hubo un fuerte desacuerdo entre los devotos sobre el comportamiento del sannyāsī. Algunos decían que había sido
ofensivo. Finalmente el asunto llegó hasta el secretario de Prabhupāda, Brahmānanda
Swami, a quien se le pidió que pusiese en claro el asunto preguntándole a
Prabhupāda.
Brahmānanda Swami le preguntó a Śrīla Prabhupāda si se acordaba de cómo
esa mañana se había quedado en un profundo silencio durante la clase. Śrīla
Prabhupāda contestó tímidamente, casi avergonzado: —No hago eso muy a menudo.
—Pero cuando sucede —insistió Brahmānanda Swami—, ¿qué debemos hacer?,
¿debemos permanecer en silencio, o cantar japa?
Prabhupāda respondió: —Sí, canten. Simplemente canten Hare Kṛṣṇa. Eso
está bien.
Brahmānanda entonces preguntó si lo que había hecho el discípulo sannyāsī esa mañana, cantar, estaba
bien.
—Sí —dijo Prabhupāda—, estuvo bien—. Prabhupāda trató toda la ocasión
como algo más bien insignificante, y así insinuó a sus devotos que no debían
involucrarse en la especulación. Claro está que no podían olvidar lo que
habían visto, pero no debían hacer una gran cosa sobre el hecho de que Prabhupāda
entrara en éxtasis. Había ocurrido, pero ese no era su principal método de
precepto o de ejemplo. Y cantar Hare Kṛṣṇa en tal momento estaba bien.
Entrevistas con Satsvarūpa dāsa Goswami,
Śrutakīrti dāsa y otros
el hecho de poder ver un video de swami prabhupada en ese estado de trance seria muy auspicioso desde el punto de vista de conciencia espiritual pura. El ser humano que trasciende la materia para unirse al sublime gozo de vincularse directamente con Krishna, de seguro y sin lugar a especulaciones en ese momento swami contempló la bella precencia de Govinda delante de Él. Haribol
ResponderEliminarHare Krishna Fabricio. Gracias por participar con su comentario. No sé si existan vídeos de esos momentos, pero aunque fueron pocas veces que Srila Prabhupada mostró esos estados, quienes estuvieron presentes cuentan con mucha emoción esas experiencias. Jaya Srila Prabhupada.
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