22. Śrīla Prabhupāda dijo: Sobre el Kīrtana y la Música

Śrīla Prabhupāda dijo

Sobre el Kīrtana y la Música
Se puede tocar el armonio durante el bhajana si hay alguien que pueda hacerlo armoniosamente. Pero no es para el kīrtana o el ārati.
Carta de 1976
También Pālīkā recuerda que a Prabhupāda no le gustaba que tocaran el armonio durante los kīrtanas. Su comentario era que los «arrastraría». Prabhupāda también solía decir que su Guru Mahārāja, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī hākura, siempre tocaba karatālas y quería que en el kīrtana se tocaran solamente karatālas y mṛdaṅga. El punto es que demasiada musicalidad a veces puede distraer el canto del Santo Nombre.
Prabhupāda estaba presente durante un kīrtana realizado por sus discípulos en el templo de Brooklyn (Nueva York). Para los devotos, la perfección de su canto y de tocar instru­mentos era tocar para el placer personal de Prabhupāda. El devoto que tocaba la mṛdaṅga ha­bía estado practicando para aprender toques más elaborados, y estaba demostrando sus habilidades rápidas y complicadas en el kīrtana. Pero Prabhupāda paró la música y le dijo al músico —que se llamaba Dhīra Kṛṣṇa dāsa— que debía seguir al líder. Entonces comenzó de nuevo el kīrtana, pero aquello volvió a su­ceder, y de nuevo Prabhupāda paró el kīrtana y le pidió a la mṛdaṅga que siguiera al líder.
Entrevista con Viṣṇugadā dāsa

En otra ocasión, en Calcuta, Prabhupāda dijo que «el tambor no debe ser más fuerte que la voz».
Recordado de memoria por Abhirāma dāsa

En 1966, en la ciudad de Nueva York, un joven llegó con un disco de un famoso mú­sico de la India que tocaba la cítara. Tan pronto como comenzó la música, Śrīla Prabhupāda se empezó a reír.
—¿Le gusta esta música? —preguntó el muchacho.
Śrīla Prabhupāda respondió: —Eso es música para la complacencia de los sentidos.
El muchacho se sintió herido y dijo: —¿Qué quiere decir? Esto lo tocan en los templos de la India.
—No —insistió Śrīla Prabhupāda—. Eso es música para la complacencia de los sentidos, y ese músico simple­mente es un comerciante.
Entonces el joven replicó: —Bueno, usted antes también era un comerciante.
Prabhupāda se rió y aclaró: —Como antes andaba desnudo ¿significa que ahora tengo que andar desnudo?
—Bueno —dijo el chico—, ¿y si este músico quisie­ra volverse devoto?
—Oh, sería muy bueno si él quisiera venir —replicó Prabhupāda—. Pero esa música es para la complacencia de los sentidos.
Entrevista con Umāpati dāsa

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