Capítulo Diecisiete - La etiqueta vaiṣṇava refleja la calidad del devoto



En otra ocasión, Śrīla Svarūpa Dāmodara Gosvāmī le dijo a Śrīla Raghunātha Dāsa Gosvāmī: “Tengo que decirte algo muy confidencial. El sistema perfecto de varnāśrama es mantenerse mediante la ejecución de los deberes prescritos correspondientes a nuestro varṇa y āśrama, cantando siempre el santo nombre y prestando amoroso servicio devocional al Supremo Señor Kṛṣṇa. Aquel que hace esto es verdaderamente inteligente, justo y un auténtico vaiṣṇava.
“Los rituales en sí mismos presentados como religión, son solamente un engaño. Son un desperdicio de la valiosa vida humana y causan la degradación del ejecutor. Quizás alguien esté intentando tener un comportamiento correcto, sin acoplarlo al servicio devocional del Señor Supremo, y puede que pertenezca a una orden social reconocida: estudiante célibe, hombre de familia, retirado o renunciante, pero si esa persona no es un devoto de Kṛṣṇa, su compañía debe ser evitada.
“Todos deben actuar según las normas de yukta-vairāgya: usar todo —sin apego— al servicio de Kṛṣṇa. Esto debe hacerse con verdadero entendimiento del sambandha-jñāna (o conocimiento de nuestra verdadera relación con el Señor Supremo). Cuando se progresa en el sambandha-jñāna, se comprende que la Persona Suprema es el objeto de todos los sentimientos devocionales (ālambana) y cuando las percepciones se purifican por efecto del ālambana, el amor a Dios (prema) alborea en el horizonte de la conciencia espiritual.
“El devoto recibirá el respeto incluso de almas venerables si se ocupa en el servicio devocional y cultiva prema por el Señor Kṛṣṇa; pero desprovista de servicio devocional, la entidad viviente no será más que un pobre perro. Ha de aceptarse como vaiṣṇava a aquel que se ocupa en el servicio devocional, no a quien abandona el hogar y vive mendigando sin adorar al Señor Supremo. El devoto nunca debe aceptar los remanentes ni las flores ofrecidas directamente a los semidioses ni debe aceptar invitaciones a los rituales karma-kaṇḍa.
“Por lo general, los vaiṣṇavas son de dos clases: casados o renunciantes. Ambos pueden hacer servicio devocional puro, pero sus deberes son diferentes. Ambos deben seguir las normas de yukta-vairāgya. De esta manera progresarán firmemente en el sendero de la entrega incondicional con devoción y conocimiento.
“El vaiṣṇava que es jefe de familia, debe en todo momento observar los deberes prescritos, atendiendo amablemente a los huéspedes a su entera satisfacción. Su disciplina espiritual no sufrirá menoscabo por vivir con su esposa, ni le es prohibido el uso de aceite de mostaza u otros aceites perfumados. Los alimentos como la leche, el queso fresco, etc., que los brāhmaṇas ritualistas consideran incomestibles y no vegetarianos, son alimentos saludables y vegetarianos para el yukta-vairāgī.
“Él es siempre diligente en cantar el santo nombre evitando las diez ofensas. Acepta todo lo que es favorable en la ejecución del servicio devocional y meticulosamente rechaza lo que es desfavorable. Su brillo y su éxito espiritual se deben al cultivo de una fe ininterrumpida en el santo nombre. El vaiṣṇava de esta talla se vuelve un ejemplo en su vida de casado. Él evita estrictamente buscar faltas y analizar el comportamiento de los demás. Siente compasión por todas las entidades vivientes y está dedicado al beneficio de ellas, siempre libre de envidia.
“El vaiṣṇava renunciado realiza un mínimo de actividades materiales, tan sólo para mantener el cuerpo y el alma juntos; él no tiene interés de guardar nada para el futuro. Evita toda relación con mujeres, y adora de todo corazón al Supremo Señor Kṛṣṇa (Hari).
“Los vaiṣṇavas se comportan según las normas correspondientes a su posición, y por adorar a Kṛṣṇa y prestarle servicio devocional, encuentran el refugio espiritual de Su energía interna.
“Nunca se debe hacer distinciones entre los vaiṣṇavas casados y los renunciantes. Tales distinciones resultan en ofensas graves. Lo importante es recordar que la persona que tiene una naturaleza criticona no es un devoto, sino que más bien es una desgracia para todos los vaiṣṇavas.
“Cada quien debe poner en práctica su propia disciplina espiritual con una sencillez sincera, con el conocimiento de que el servicio devocional a Kṛṣṇa es la esencia de todas las actividades humanas. El servicio devocional no tiene ninguna potencia si uno es incapaz de subyugar los malos hábitos de la crítica, el engaño, la deshonestidad y la duplicidad. Estos pecaminosos ofensores actúan en contra de los mandatos del Śrīmad-Bhāgavatam, y con los sentidos fuera de control tratan de disfrutar de la naturaleza material.

anugrahāya bhaktānāṁ
mānuṣaṁ deham āsthitaḥ
bhajate tādṛśīḥ krīḍa
yāḥ śrutvā tat-paro bhavet

Los pecadores corruptos falsamente presumen que son Kṛṣṇa, el Señor Supremo. Impúdicamente tratan de imitar los pasatiempos trascendentales del Señor Kṛṣṇa y contaminan el proceso de los principios religiosos puros.

“El devoto puro, habiendo alcanzado su forma espiritual original, presta servicio devocional inmaculado a Śrīmati Rādhārāṇī y a Śrī Kṛṣṇa en Vraja en la modalidad de las gopīs. Pero el ateo, deseando imitar a Kṛṣṇa como disfrutador supremo, de seguro entrará al infierno más degradado.
Antarāṅga-bhakti (o servicio devocional confidencial), nunca puede ser ejecutado con el cuerpo material, sino con la mente purificada. Los observadores necios, arrastrados por su mentalidad criticona, piensan que ese servicio confidencial se ejecuta en forma externa. Por lo tanto, los devotos puros cuidadosamente evitan estas compañías, viles y malvadas, y se dedican a servir al Señor Kṛṣṇa con sus formas espirituales originales.
“Los devotos puros están satisfechos en su posición constitucional como prakṛti (el principio femenino subordinado), bebiendo el néctar de los pies de loto del Señor Kṛṣṇa, pues únicamente Kṛṣṇa es el puruṣa (el disfrutador supremo, el principio masculino), mi querido y muy respetado Raghunātha Dāsa”.
Entonces, humildemente Raghunātha Dāsa se dirigió de nuevo con las manos juntas a Svarūpa Dāmodara Gosvāmī: “Tengo otra pregunta. Por favor, ilumíname. La forma más elevada y pura de servicio devocional está por encima de las prácticas religiosas descritas en el varnāśrama-dharma. Entonces, ¿por qué está el devoto casado obligado a seguir los deberes prescritos de acuerdo a su āśrama, si él puede fácilmente trascender los deberes de su posición social y prestar servicio devocional espontáneo?”
Svarūpa Dāmodara Gosvāmī respondió:
“De los deberes prescritos en el varnāśrama, el devoto sincero inteligentemente cumple sólo con aquellos que son conducentes al servicio devocional puro, y por su escrupulosa exclusión de los deberes que van en detrimento del servicio devocional, él alcanza la devoción pura. Por lo tanto, no debe existir un apego intransigente en el cumplimiento de los deberes prescritos del varnāśrama, sino más bien, lo que debe existir es una constancia inquebrantable en la ejecución de servicio devocional puro, y por hacer esto se sigue el sacro sendero de las personas santas. Rechazar de esta manera las dogmáticas reglas y regulaciones del varnāśrama ayuda a elevarse al estado de vaiṣṇava puro.
“La regla más importante es recordar a Kṛṣṇa en todo momento y la más estricta es nunca olvidarlo”.
Con mucha humildad, Raghunātha Dāsa Gosvāmī preguntó de nuevo: “Me gustaría que aclararas otro punto, acerca del cual deseo conocer a cinclusión vaiṣṇava. A los vaiṣṇavas se les clasifica como acyuta-gotra (descendientes directos del propio Señor Supremo) ¿qué  es lo que con ello se quiere decir?
Svarūpa Dāmodara Gosvāmī respondió: “Tanto el vaiṣṇava casado como el renunciante pertenecen al acyuta-gotra y no a ningún otro linaje. Los devotos puros de este linaje divino nunca se apegan a las prácticas de los rituales del varnāśrama-dharma. El vaiṣṇava abandona el gotra familiar y adora al Señor Supremo, refugiándose en Su gotra, porque el gotra que desciende del Señor Supremo es eterno.
Los devotos de este nivel están cualificados para volverse residentes permanentes de Vraja (Vṛndāvana). Los devotos más perfectos encuentran su posición específica de servicio devocional en Goloka Vṛndāvana incluso mientras viven en esta Tierra, y realizan su servicio al Señor en su estado liberado como gopīs de Vraja. Hay otros, los que son āropa-siddha, que cultivan con sinceridad una actitud amorosa de devoción dentro de sus mentes.

“Hay tres clases de devotos: el practicante asiduo en el sendero de la perfección, el principiante (pravartā) y el devoto puro autorrealizado (siddha-bhakta). Aquel que puede entender estos grados, puede fácilmente conocer la ciencia de la devoción. El principiante es conocido como kaniṣṭha-adhikārī, o devoto neófito; el practicante sincero, como madhyama-adhikārī, o devoto de nivel intermedio; y el alma autorrealizada es conocida como uttama-adhikārī, o devoto del orden más elevado. El devoto más elevado no tiene ninguna atracción por las prácticas rituales. Tanto el uttama-adhikārī como el madhyama-adhikārī reúnen las características de aquellos que pertenecen al acyuta-gotra”.
Raghunātha Dāsa dijo: “Ahora deseo conocer con certeza el significado de āropa para deshacerme de mis dudas”.
Svarūpa Dāmodara Gosvāmī respondió: “Escucha atentamente cuáles son los síntomas de āropa. Este método es para el practicante que carece de conocimiento de su verdadera identidad espiritual. Hay tres tipos de vaiṣṇavasāropa-siddhasaṅga-siddha y svarūpa-siddha. Primero te hablaré de āropa-siddha. Escucha atentamente y trata de entender.
“La entidad viviente condicionada es esencialmente un materialista craso y se encuentra siempre inclinado a asociarse con las cosas materiales, y constantemente experimenta la felicidad o la aflicción material. El mantiene una relación continua con la naturaleza material, ha olvidado el reino trascendental y no tiene conocimiento ni experiencia de la naturaleza divina. Es como un niño que se siente triste debido a la ausencia momentánea de su madre, sin entender que sus padres están cerca de él.
“Pero si por gracia divina y como resultado de sus actividades piadosas de vidas pasadas se vuelve afortunado, entonces su corazón recibe la semilla de sraddhā (la fe). Esta sraddhā lo induce a ponderar profundamente los misterios de la vida. Al principio se le informa que constitucionalmente es un sirviente de Kṛṣṇa. Al comprender esto se despierta en su corazón un deseo sincero por obtener la libertad del enredo de la vida material.
“El guru da la instrucción de adorar al Señor Kṛṣṇa y la persona que tiene fe gradualmente adquiere el deseo de adorar al Señor, inspirada por las palabras del guru. Por escuchar, comprende que Kṛṣṇa es el Señor Supremo, pero no tiene experiencia de la naturaleza trascendental del Señor ni de Su personalidad. Del mundo que la rodea aprende a identificar las cosas que le recuerdan a Kṛṣṇa. Adora al Señor y le ofrece aquello que ella aprecia.
“A esta altura comienza el proceso āropa, que significa inculcación y atribución. Ella obtiene una estatua de forma humana de la Deidad (que al neófito no le parece ser la forma eterna del Señor) y la adora con incienso, flores, esencias y lámparas, pero sin entender perfectamente que la Deidad no es diferente del Señor. A veces se esfuerza por pensar que la Deidad y el instrumental de adoración son espirituales, y a veces, mediante el proceso mental de atribuirle cualidades espirituales a la Deidad logra de hecho experimentar la trascendencia.
“En este estado, cuando escucha la importancia de entregar el resultado de sus obras, a pesar de que el conocimiento de cómo comportarse le ha sido inculcado sólo teóricamente, no obstante ese conocimiento le ayuda a volverse fijo en el sendero de la devoción. Estos son los síntomas de la devoción denominada āropa-siddhi que se manifiestan en el kaniṣṭha-adhikārī (devoto neófito).

 “Con el tiempo, cuando el devoto comprende perfectamente la verdad acerca de la Deidad del Señor y comienza a adorar esta forma del Señor entendiendo que no es diferente de Él, entonces sube gradualmente al nivel de madhyama-adhikārī. En el estado de uttama-adhikārī, la etapa más avanzada del servicio devocional, no hay ninguna necesidad de āropa (atribución), pues en ese estado, la mente purificada está en constante comunión con Dios.
“Los primeros destellos del amor por Dios iluminan su corazón y él ve al Señor con los ojos ungidos con el bálsamo de la devoción. Adora al Señor de su corazón con devoción espontánea, desechando los pensamientos kaniṣṭha, es decir, el proceso de inculcación y atribución. Por naturaleza, la devoción pura difiere de la entrega simulada, o de la actitud devocional inculcada por āropa, si bien āropa es definitivamente parte del proceso del bhakti.
“Una de las características principales del āropa-siddha es que manifiesta una actitud devocional hacia las actividades y cosas mundanas. Ni las cosas ni las actividades materiales detestables se vuelven automáticamente servicio devocional al ofrecércelas al Señor Supremo. En este estado, el devoto ofrece muchas cosas para el placer del Señor y le presta servicio favorablemente, pero sin saber en realidad qué es lo que más complace al Señor. Esta actitud devocional se denomina āropa-siddha bhakti.
Cuando los māyāvādīs adoran la Deidad ellos piensan que es una disciplina temporal para alcanzar la liberación. Por consiguiente, para ellos, esa adoración es āropa; mientras que en el verdadero sendero de la devoción la perfección final de alcanzar la identidad espiritual no es diferente del proceso mediante el cual se llega a ella.

“Ahora escucha acerca de saṅga-siddha bhakti que significa la perfección espiritual que se logra mediante la práctica pura del conocimiento y la devoción. El saṅga-siddha bhakti se caracteriza principalmente por el conocimiento puro del absoluto y por la renunciación acertada. La devoción va siempre acompañada del conocimiento de yukta-vairagya (la renunciación que utiliza todo en el servicio del Señor). La humildad, la compasión y la tolerancia automáticamente se manifiestan con el desarrollo de la devoción. Estas cualidades son concomitantes y ayudan en la vida espiritual; son partes integrales de la devoción.

“La devoción pura, directa y espontánea por el Señor Supremo es posible únicamente cuando se adquiere la identidad espiritual original (svarūpa). Escuchar, cantar, etc., son las nueve actividades del servicio devocional. El svarūpa-siddha bhakti (devoción expresada con la forma original), comienzan con la repetición pura de los nombres y pasatiempos del Señor. El objetivo principal de este devoto puro es ofrecer al Señor Kṛṣṇa el servicio devocional que Lo complace.
“En los otros dos tipos de devoción (āropa-siddha y saṅga-siddha), esta meta está completamente clara. Las cualidades espirituales inherentes que se encuentran latentes, contenidas en el alma, y que la inspiran con una inclinación por alguna melosidad devocional específica, son la causa que evoca la devoción pura. Primero se manifiestan en la mente de un alma condicionada como una actitud espiritual incipiente, pero cubierta. Esta proclividad se despierta y luego se vuelve a dominante en el alma condicionada dedicada al servicio del Señor Supremo. La devoción pura busca estas inclinaciones para florecer.

“El svarūpa-siddha es servicio devocional directo y espontáneo. El saṅga-siddha estimula y embellece el fervor devocional puro. El āropa-siddha es importante únicamente mientras se tenga un concepto material de la vida. Si el neófito —o āropa-siddha— desea elevarse al nivel de servicio devocional puro, primero que todo debe superar este concepto”.
Śrīla Raghunātha Dāsa Gosvāmī comprendió perfectamente bien la elucidación de Svarūpa Dāmodara Gosvāmī. Estas maravillosas conclusiones espirituales de Svarūpa Dāmodara Gosvāmī acerca del svarūpa (la forma espiritual original del alma) son el compañero constante en la meditación de este Jagāi.