Śrīla Prabhupāda Uvāca 26
Agosto
de 1973, Bhaktivedanta Manor
He estado
con Śrīla Prabhupāda por un año. Me he acostumbrado a sus ritmos
trascendentales. A veces, al sentarme en mi habitación, oía el dulce sonido del
armonio proveniente de la habitación de Śrīla Prabhupāda. Sabía que podía
invitar a cualquiera de los devotos que eventualmente estuvieran cerca de su
habitación mientras Su Divina Gracia cantaba, pero hoy no había nadie
alrededor. De modo que fui a su habitación y ofrecí mis humildes reverencias.
Al incorporarme, me saturé del néctar del melodioso bhajana de Śrīla Prabhupāda.
Todos entraban en éxtasis meramente por oírlo tocar el armonio, sumado al
sonido de su voz que suavizaba mi corazón de piedra. Me senté allí,
escuchándolo cuidadosamente en silencio, sin moverme. No quería crear ninguna
distracción cuando él estaba en ese humor. Me sorprendía el hecho de que
tuviera tantas responsabilidades, más siempre estuviera igualmente dispuesto a
sentarse en su habitación y cantara rondas, hiciera bhajanas y leyera sus
libros.
Al cabo de
un minuto, levantó la vista del armonio e hizo un gesto en mi dirección. Sabía
que eso significaba que tomara las karatalas y lo acompañara. Continuó por
algún rato. Cuando terminó, dije, “Śrīla Prabhupāda, su kīrtana y bhajana son
siempre diferentes de cualquier otro que haya oído”. Comenzó a reír y replicó, “Sí,
tengo mi propio estilo de canto”.
Por
supuesto, el estilo de Śrīla Prabhupāda era a veces imitado, pero nunca
igualado. Al fin y al cabo, quién podría crear una sociedad internacional
sentado debajo de un árbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario