Śrīla Prabhupāda Uvāca 37
7
de octubre de 1972, ISKCON, San Francisco
Berkeley
He sido el
sirviente personal de Śrīla Prabhupāda por un mes. Estoy comenzando a sentirme
cómodo y a familiarizarme con mis deberes. No podía saber que esto me
calificaría para lo que vendría. En cuanto pienso que lo sé, ¡oh, oh!
Esta noche
Śrīla Prabhupāda me llamó y me pidió que preparara algunos puris, papas a la inglesa y leche caliente. No nos estamos quedando
en el templo. Estamos en la casa de una joven pareja. Ellos eran amigos de los
devotos. Los devotos de aquí pasaron horas limpiando la casa para que estuviera
presentable antes de que Śrīla Prabhupāda llegara.
La
instalación de la cocina no era muy buena. Por fortuna, había ghi en una hornilla, de modo que se
podía preparar una comida. Śrīla Prabhupāda había pedido “papas a la inglesa”.
Yo estaba ansioso por prepararlas, pero no tenía experiencia. Hacer los puris era bastante fácil, pero llevaba
cierto tiempo. Se estaba haciendo tarde y yo no quería que Śrīla Prabhupāda
tuviera que esperar. Pelé algunas papas, tan delgadas como fue posible con un
pelador y las freí en ghi muy
caliente. Salieron parecidas a las rueditas de papas, pero no exactamente como
las papas que hubiera visto antes.
Me sentí
muy afortunado por poder servir al representante viviente de Kṛṣṇa. Śrīla Prabhupāda
era mi deidad adorable, la misericordia especial me reciprocaba directamente.
Corrí con afecto hacia Su Divina Gracia con un plato de papas a la inglesa, un puri caliente y una taza de leche
caliente. Śrīla Prabhupāda señaló las papas fritas y preguntó con firmeza, “¿Qué
es esto?”. Azorado, dije, “Papas a la inglesa, Śrīla Prabhupāda”. “¡No son
papas a la inglesa!” tronó. “Esto no es lo que yo quería”.
Al ver mi
consternación, agregó, “De todos modos...anda, déjalo”. Me sentí terriblemente
mal. Era la primera vez que había fracasado en mi servicio a mi Guru Mahārāja.
Me sentí morir. La ofrenda no había sido aceptada. Volví a la cocina y cociné
el siguiente puri. Regresando a las
habitaciones de Śrīla Prabhupāda, coloqué el puri en su plato y ofrecí mis reverencias. Al incorporarme, él me
miró con una gran sonrisa. Y dijo con seguridad, “Están muy buenas. Está todo
bien. Son muy buenas”. Respiré aliviado y repliqué, “¡Oh, bien! Gracias, Śrīla Prabhupāda!
Me sentía
bendito. No sabía si realmente le había gustado o si lo había dicho meramente
para hacerme sentir mejor. Como sea, fue maravilloso. Era maravilloso tener a
alguien que se interesara tanto por mí. Hice otro puri y se lo llevé y aguardé a que terminara. Levantando sus
platos, me quedé helado al ver que había comido todas las supuestas papas
fritas. Śrīla Prabhupāda aceptó misericordiosamente mi humilde ofrenda.
Meses
después, estando en la India ,
finalmente realicé que las “rueditas de papas” son el equivalente británico de
las “Fritas a la Francesa”(*).
Posteriormente,
le hice las rueditas de papas a Śrīla Prabhupāda de acuerdo con sus
instrucciones, “delgadas y crocantes”. Observen la discrepancia
idiomática. No es un error. Śrīla Prabhupāda a menudo emplea palabras que le
son propias. Yo preferí su empleo de la palabra “cripsy” por “crispy” (**). Pues
posee un sonido crujiente.
*N. del
T.: este pasatiempo tiene que ver con una distinción hecha en el inglés
americano entre batata frita palito (french fries) y en fetas o rodajas (potato
chips). Esa distinción no existe en el inglés británico.
**N. del T.: Aquí Śrīla Prabhupāda
decía “cripsy”, en lugar de “crispy” (crujientes o crocantes).
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