59. Prabhupāda, el titiritero y el Ratha-yātrā en Londres



Śrīla Prabhupāda Uvāca 59
7-8 de julio de 1973, Festival de Rathayatra en Londres

La segunda parte de la historia de ayer sobre el kacori, ocurrió en Calcuta durante la primera semana de julio. Es importante porque después de este episodio, Śrīla Prabhupāda decidiría a qué lugar viajar después, lo cual era siempre una aventura excitante. En esta ocasión, los devotos mayores sugirieron que Śrīla Prabhupāda fuera a Hawai o a Los Angeles, para descansar. Sin embargo, había una invitación de los devotos de Londres para asistir al festival de Ratha-yātrā.

Śrīla Prabhupāda era muy experto en ocupar a sus discípulos, para que ellos desarrollaran amor y apego por él. El proceso de decidir dónde viajar, ocurría una y otra vez, dondequiera estuviera quedándose Śrīla Prabhupāda. Él permitía a sus discípulos brindar sugerencias y razones al respecto. Hawai fue mencionada debido al buen clima y la buena fruta. Él escuchaba las opiniones de sus discípulos y luego hacía lo que quería. Era muy divertido, una vez que uno se familiarizaba con el proceso.

A veces, solía viajar a las ciudades de todo el mundo sin siquiera haber salido de su sala de estar. Lo más importante para su secretario era saber que hasta que él dijera, “envía un telegrama” o “diles que nos envíen los boletos”, era tan solo una sugerencia. Mantenía ocupados a sus discípulos de todo el mundo en pintar los templos de azul y blanco, considerados los colores favoritos de Śrīla Prabhupāda. No estoy seguro, pero a veces Śrīla Prabhupāda consideraba que todos los templos fuera de la India, tenían la fragancia de una ferretería-pinturería M.A.B.

En esta ocasión me dijo, “Śrutakīrti, ¿qué opinas? ¿Debo ir a Londres y asistir al festival de Ratha-yātrā o debo ir a descansar a Hawai?”. Había estado con Śrīla Prabhupāda por casi un año y sabía que él haría lo que quisiera. Me asombraba que me preguntara mi opinión. Ese mero reconocimiento por parte suya me duraría toda la vida. Respondí rápidamente, “Śrīla Prabhupāda, si va al festival de Ratha-yātrā en Londres, muchas personas se beneficiarán por su asociación”. El sonrió ampliamente y dijo, “Gracias por el consejo. Iré a Londres para el Ratha-yātrā”.

Fue un festival sorprendente. Mi perspectiva era limitada puesto que me hallaba al lado de Śrīla Prabhupāda, pero llena de aventura. Śrīla Prabhupāda estaba muy entusiasmado. Su vyāsāsana estuvo disponible en la carroza Ratha, pero él decidió caminar con los devotos. Caminaba adelante de la carroza, aplaudiendo con sus manos, al ritmo del kīrtana. Alzaba sus manos en el aire, animando a todos a bailar. Parecía el titiritero supremo. Al alzar sus manos, todos saltaban extáticos en el aire. No requería de ninguna purificación. Si estabas cerca suyo, eras bienaventurado. Excepto por los policías. Ellos vigilaban al que los mandaba. Querían apaciguar a todos. Sabían que si podían controlar a Śrīla Prabhupāda, podrían controlar al “desbandado” gentío.

De un modo u otro, ellos pensaron que yo era un 'asociado' de Su Divina Gracia. Uno de los policías dijo, “Tienes que decir a tu líder que se siente. Está causando demasiado alboroto. Todos están enloqueciendo y no podemos controlar a la multitud”. Yo dije, “Está bien” y no hice nada. Era evidente que Śrīla Prabhupāda estaba a cargo del festival. Yo no tenía idea quiénes asistían a él, pero Śrīla Prabhupāda estaba visiblemente extático. Ellos se acercaron nuevamente a mí, con más firmeza, diciendo, “Debes decirle que se siente”. Accedí nuevamente. Por temor a ser reprendido, toqué suavemente el hombro de Śrīla Prabhupāda y dije, “Prabhupāda, los policías quieren que se siente. Dicen que está generando un caos aquí en el desfile”. Śrīla Prabhupāda me miró por un instante. Se dio vuelta rápidamente, con sus brazos aún alzados. Sonriendo majestuosamente, continuó caminando, con paso audaz. Permitió que todos entraran a su mundo de bienaventuranza. Nunca se detuvo. Caminó por todo el desfile. Los policías abandonaron su ataque. No eran adversarios dignos del devoto puro del Señor del Universo.

Śrīla Prabhupāda, cuando dije que mucha gente se beneficiaría con su asociación, no tenía idea de los planes que tenía Ud. Ud. era un océano de misericordia, que se entregaba libremente a todos los asistentes. Por favor perdóneme por palmear su hombro ese día. Debido a mi torpeza, intenté distraerlo de su misión. Gracias por ignorar mis incontables limitaciones.

2 comentarios:

  1. Hare krishna Gracias por tan bellas publicaciones en el libro Prabhupada aparece este texto más extendido hari bol cariños desde Arica CHile hari bol

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