Śrīla Prabhupāda cuenta
una historia
Hubo una vez una fábrica en la
India donde todos los trabajadores eran hindúes y la mayoría vaiṣṇavas. Los vaiṣṇavas tenían libertad para llevar tilaka al trabajo así como otro tipo de parafernalia vaiṣṇava. Pero al cabo de un tiempo la
fábrica cambió de dueño y el nuevo propietario, que era musulmán, declaró que
no permitiría que los obreros fueran a trabajar llevando tilaka. Sin embargo, un empleado decidió arriesgarse y depender de
Kṛṣṇa y se presentó en el trabajo con su blanco y bien dibujado tilaka vaiṣṇava. Cuando vio a todos los trabajadores reunidos, el
propietario musulmán dijo: «Ese devoto que lleva el tilaka es muy valiente, de modo que puede seguir poniéndoselo para
venir a trabajar. Pero a todos los demás les está prohibido.»
De esta manera, Prabhupāda animó a los devotos a que no abandonaran
innecesariamente los signos vaiṣṇavas.
Allí donde la situación lo prohibiera, Prabhupāda decía que no era
absolutamente necesario llevar tilaka,
aunque el devoto debería al menos poner tilaka
de agua sobre su cuerpo por la mañana y consagrar su cuerpo con los nombres de
Viṣṇu. Pero siempre que la parafernalia estuviera permitida, un devoto no
debería abandonar innecesariamente las ropas o el collar de un vaiṣṇava.
Satsvarūpa dāsa Goswami
Esta
historia tiene aplicaciones evidentes en la actualidad. En 1966 Śrīla Prabhupāda
estaba complacido de que Rūpānuga y Satsvarūpa insistieran en llevar el tilaka vaiṣṇava a sus trabajos en
el Departamento de Bienestar Social de la ciudad de Nueva York. Śrīla
Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura deseaba que un día los jueces en los
tribunales llevaran el tilaka vaiṣṇava,
porque esa sería una muestra de la influencia de la conciencia de Kṛṣṇa en el
mundo. Incluso en situaciones de trabajo donde no está permitido llevar tilaka, un devoto debe intentar recordar a Kṛṣṇa
de distintas formas mientras trabaja. Esta historia que contó Prabhupāda puede
servir para inspirar a todos aquellos devotos que trabajan en lugares
controlados por karmīs. De una manera
u otra deben seguir siendo devotos.
Muy buena publicación y se sigue aprendiendo de Prabhupada.
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