74. Cáscaras de naranja; Eres un mleccha



Śrīla Prabhupāda Uvāca 74
Mayo de 1973: Los Ángeles, Ca., E.U.A.;
ISKCON, Nueva Dvārakā

Śrīla Prabhupāda quería su almuerzo preparado en mi habitación, la cual estaba al lado de las suyas. Me agradó la forma en que lo presenté. La habitación de 8' x 10' tenía todo lo que se necesitaba, pese a ser la habitación en la que yo permanecía día y noche. Karandhara había instalado un refrigerador. Había un anafe a gas de dos hornillas, en el piso. Implementé un área de seguridad con dos bloques de carbón y un plano de 4' de largo x 1” x 10”. No había agua corriente, de modo que guardé una provisión en un balde de plástico. Śrīla Prabhupāda a menudo me había dicho que hiciera las cosas simples y eficientes. Esta implementación anduvo bien.

Luego que Śrīla Prabhupāda terminara su desayuno, llevé las bandejas de plata a mi habitación y trasladé los remanentes en un contenedor. Puse las cáscaras de naranjas, etc., y distribuí feliz el mahā a los devotos anhelantes que esperaban su 'misericordia'.

Śrīla Prabhupāda a menudo caminaba cantando la japa después de tomar el desayuno. Salía y entraba de sus habitaciones, en uno y otro sentido del corredor, a veces deteniéndose por un momento enfrente de mi habitación, observándome mientras preparaba su almuerzo. Hoy miró mi habitación y entró en ella.

Mirando el contenedor , gritó, “¿Qué es esto? Qué tonto eres”. Sorprendido por esa súbita reprimenda, dije, “Es de su plato del desayuno”. No fue una buena respuesta. Śrīla Prabhupāda se empezaba a encolerizar. “Se supone que eres un devoto” -gritó, “No tienes cerebro, ni tampoco inteligencia ninguna. No eres sino un mleccha. Tienes aquí todo tan prolijo y estás preparando comida para las Deidades en medio de la comida descartada. Cómo pudiste hacer cosa semejante. Qué mleccha eres”.

Yo no sabía qué decir. Pensaba, “Estos son los remanentes de Prabhupāda. No es basura”. No dije nada. Meses después aprendí mi lección al verlo reprender a Nanda Kumāra prabhu.- Finalmente, estuve de acuerdo con él, diciendo, “Sí, Śrīla Prabhupāda, soy un tonto”. El no se apaciguó con mi confesión insustancial. Todavía muy enojado, continuó, “¿En la cocina del templo hacen esto? ¿Tienen un cachivache como éste?”. Yo dije, “Bueno, ellos tienen un recipiente parecido en la cocina”. Él respondió rápidamente, “¿Pero le ponen basura adentro?”. Agotado, dije, “No, Śrīla Prabhupāda”. Śrīla Prabhupāda nunca se cansaba. Dijo, “¿Por qué hacen estas cosas? Qué mleccha eres. No tienes inteligencia”. Parecía que iba a seguir largo rato. Finalmente, salió de mi habitación con su mano en la bolsita de cantar la japa.

Vacié el contenedor, aún considerando que sus remanentes eran lo más sagrado. Qué ironía, porque el primer trozo de mahā bhāgavata prasādam que me entregara Nanda Kumāra prabhu en Nueva Dvārakā, fue una cáscara de naranja. Me sentí muy afortunado y me comí todo. Cuando les daba los remanentes de las cáscaras a los otros devotos, ellos comían la parte blanca pero descartaban la corteza naranja. Yo estaba conmovido, pero comprendí que Śrīla Prabhupāda deseaba enseñarme una lección. Tal parecía que cada vez que me envanecía con mi servicio, pensando que estaba haciendo un buen trabajo, Śrīla Prabhupāda me hacía ver que estaba lejos de la marca de un vaiṣṇava brahmínico. Más tarde me dijo que había preparado un buen almuerzo. Nunca me hizo sentir que continuaba enojado. Toda vez que me reprendía, siempre solía decir algo muy bonito o contarme un pasatiempo de sus primeros años. Era un intercambio que bien valía la pena. Śrīla Prabhupāda sabía que yo era muy sensible a las críticas y las profería compasivo, en su mínima expresión. Al mirar atrás, veo estas cosas como momentos benditos, pues son los que recuerdo más vívidamente y son puro néctar. Hubo muchas oportunidades en que Śrīla Prabhupāda me corrigió; ojalá hubiera apreciado la crítica constructiva. Tendría muchos recuerdos más para saborear. Por favor, Śrīla Prabhupāda, perdóneme por ser un pillo tan inflado. Estoy en deuda eterna con usted, por saber exactamente la forma de tratar a un mleccha como yo. 

3 comentarios:

  1. ¡que fuerte! MMVD

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    1. En el índice del libro se indica el autor y relator de todos estos pasatiempos. Su Gracia Srutakirti Prabhu, del libro "Srila Prabhupada Uvaca".

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